Fascinante

50 5 3
                                    

Como de costumbre, cada Crawford se levantó de su silla hacia sus últimas actividades del día, Lyn no insistió en el tema de Newt, tenía la curiosidad de verlo afrontar la situación, en fin, no pasaba de que al fin pudiese enviarlo lejos.

Newt escondía su sonrisa satisfecha ante un exitoso enfrentamiento con su padre, en ese momento solo quería llegar a su habitación y festejar en silencio su momento Birdwhistle, desafortunadamente no podría hacerlo, pues un obstáculo más se interpuso en el momento exacto en el que estaba cerrando la puerta de su habitación.

La puerta quedó abierta debido a una bota militar obstruyendo la entrada, no pudo evitar un ligero gruñido fastidiado.

La fuerza de Niel lo obligó a abrir la puerta, el hermano mayor no parecía estar de muy buen humor, era entendible, Newt había evadido las represalias del imponente Marqués Crawford, una victoria para Newt era una piedra más en el zapato de Niel.

- Hermano- saludó Newt incómodo.

Niel entró a la habitación con aires soberbios, listo para un enfrentamiento que claramente Newt no quería, no esa noche, no después de la tensión con Lyn.

- ¿Algo que pueda ayudarte?- insistió Newt.

- ¿Tú, ayudarme?, absolutamente no... - comenzó Niel en tono de burla.- ... en realidad solo vengo para recordarte que no creas que tu escenita en la mesa te salvó, a partir de ahora tus días en Isveria están contados, Padre no tardará en finalmente mandarte lo más lejos de nosotros.- sentenció Niel, con una sonrisa maliciosa el chico decidió marcharse.

Mientras se encamimaba a la puerta, Niel se giró como recordando algo.

- De hecho, como tu hermano, te advierto, olvídate de Lizabeth Windside, si desde un inicio ya estaba fuera de tu alcance, ahora está completamente en un planeta opuesto al tuyo.- se burló Niel, ahora sí, satisfecho con su monólogo alcanzó la puerta, pero antes de abrirla, Newt la cerró nuevamente, tal vez, el impulso de la cena todavía estaba.

Niel lo miró amenazante, pero la mirada de Newt no estaba atemorizada, era más bien reflexiva, analítica.

- Aprecio tu preocupación... hermano...- comenzó Newt meditando sus palabra con una escalofriante calma. -... pero me temo que subestimas mi sincero aprecio por la Señorita Windside, y sobre todo parece haber olvidado que no eres el único Crawford en esta casa, tú ya moviste tus piezas, creo que es mi turno de continuar la jugada... gracias por esta fraternal charla vivaz.- concluyó Newt abriendo la puerta invitando a Niel que se marchara.

Su gesto era tan calmo, Niel buscaba en su hermano un atisbo de inseguridad, de ficción en sus actos, pero al contrario, entre más miraba, más encontraba rasgos desconocidos, una fiereza impropia, astucia creciente y cierto fuego naciente en la mirada que solo recordaba en ciertos ojos castaños.

Niel salió de la habitación con la frustración de no haber contestado a Newt.

Tan pronto quedó solo, Newt suspiró, en verdad esperaba que nadie más lo interrumpiera en lo que quedaba de la noche, el efecto "héroe" se había quedado sin combustible.

El chico recordó la libreta que Prim le había dado, la sacó y comenzó a leer las primeras hojas, no podía evitar sonreír al ver la caligrafía, era estilizada y desordenada al mismo tiempo, podía reconocer a Prim con su escritura, podía imaginarla en sus elegantes y coloridos vestidos, sentada bajo algún árbol del jardín Birdwhistle, con el cabello revuelto, escribiendo fieramente, rápido, torpe, como tratando de que las ideas no se escaparan de su pluma, la chica era fascinante...

Fascinante...

Newt divagó ante la palabra, incluso a él le sorprendía la elección de adjetivo, tratando de sacudirse la imagen de Prim de la cabeza, cerró la libreta, terminaría la lectura, lo había prometido, solo no esa noche.

Apagó la vela y trató de conciliar el sueño.

Esa misma noche, en la residencia Birdwhistle, Hugh se paseó por los pasillos de la casa agradecido porque ese día solo había recibido el sermón de Newt, había logrado evadir a sus hermanas toda la tarde, ya solo le quedaba revisar algunos papeles en su oficina y su día se habría acabado.

Con un suspiro Hugh entró a su oficina, perdió el aliento al notar una vela encendida y dos pares de ojos marrones amenazantes desde su escritorio.

Casi...

- Ustedes dos deberían estar dormidas- señaló Hugh, Prim y Dhalia lo observaban, con sus rubios cabellos revueltos y sus camisones esperando pacientemente que el sujeto entrara y afrontara el juicio.

- No hasta que lo aclares- comenzó Dhalia, Hugh inconscientemente se dirigió hacia la silla frente a ellas y se sentó, Dhalia en porte autoritario era algo que no se veía todos los días, y si ocurría, significaba que debías obedecer, no había alternativas.

- No hay nada que aclarar- dijo Hugh.

- Madeline Berreth es un cortejo oficial, ¿sí o no?- cuestionó Dhalia, Hugh no tenía escapatoria, Prim ni si quiera hablaba, la hermana rebelde estaba incluso solo sentada a la expectativa, eso aterraba más a Hugh que estaba acostumbrado a los ataques de Prim, no de Dhalia.

- Bueno...- comenzó Hugh. - ... como le dije a Crawfy, todo depende de que ella y sus padres lo acepten, pero, después de lo que hemos estado viviendo con el Lamebolas y Prim, yo creo que ya es momento de que elijamos estar con quien amamos y no con quien nos conviene- reiteró Hugh.

Las rubias quedaron en silencio, Prim sonrió, Hugh en verdad pensaba en ella, sabía que su hermano era el mejor hombre de Isveria, pero escucharlo decir cosas que lo reafirmaban, le llenaba de alegría y orgullo, además de ello, algo más en su discurso le llamó la atención y su gesto de alegría cambió a uno curioso.

- ¿Newt?, ¿Newt te preguntó por Maddie?- preguntó Prim sin dudarlo, Hugh y Dhalia la miraron interrogantes.

- Sí, antes de irse- afirmó Hugh tratando de no cuestionar el interés de su hermana.

- ¿Por qué?- continuó Prim curiosa.

- ¿Por qué te interesa?- preguntó Hugh sin poder evitarlo.

- ¿Estás en cortejo con Crawford sin habernos dicho?- interrumpió Dhalia, esta noche, ambos hermanos recibirían una dosis de hermana mayor.

Las mejillas de Prim se sonrojaron de inmediato, por fortuna la luz de la vela no la iluminaba bien, por lo que nadie lo notó.

- ¡No!, no estoy en cortejo con Newt- negó Prim.

- Bien, entonces esto va para los dos, Birdwhistle no es un apellido ligero, debemos ser conscientes de a quienes les daremos el privilegio de ser parte de nuestra familia, elijan por amor, yo siempre los apoyaré, Madre y Padre también lo harán, mas no cortejen sin rumbo, hay amistades que deben quedar en saludos esporádicos para evitar flamas indeseadas en nuestros corazones.- concluyó Dhalia con su voz serena antes de ponerse de pie y salir del estudio, dejando a sus hermanos pensando en silencio.

Por el beso de una damaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora