Convencido

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Prim leyó la carta de Newt una vez más por la noche antes de dormir, solo una línea le causaba inquietud.

"...pronto marcharemos al borde de las Montañas Rojas, la última batalla decisiva, dicen, espero así sea..."

Pelear por su vida una última vez, no era una mujer devota pero rezaba por la seguridad de Newt y del resto de sus familiares, inclusive por el Marqués y Niel.

En el campamento, los soldados sanos habían terminado de empacar todo y recibían los últimos detalles del presunto, último enfrentamiento, los Birdwhistle y Crawford habían acordado, muy a pesar de Newt, de no dejar que el menor de los Crawford estuviera cerca de la acción, incluso Paul estaba de acuerdo en ello y ordenó que su amigo fuera parte de los soldados que cubririan a los heridos, por lo que era definitivo, Newt no pelearía y por más que los tratara de convencer de su óptimo estado para la batalla, todos se negaron.

"No te volverás a morir" aseguraron ambas familias, Hugh incluso apeló por el lado de que alguien debía cuidar de Fenrir Birdwhistle quien a diferencia de Newt, su herida, a pesar de no ser fatal, no había sanado tan rápido como la de Newt.

Aunque, siendo honestos, la recuperación de Newt seguía siendo un misterioso milagro, físicamente imposible, el doctor seguía impresionado y Newt seguía sospechando de esa piedrita color ámbar en su cuello.

Marcharon por tres días, llegado el momento, las órdenes eran claras y nadie debía desobedecer, Newt se quedó con los heridos, y a la espera de recibir a quienes sufrieran alguna lesión en la batalla.

El resto fue a su formación, hasta entonces, solo Niel sabía la verdad sobre la herida de Newt y al ser parte del escuadrón que organizó la formación, discretamente se posicionó cerca de Edmond, no dejaría que ese sujeto se le escapara de su mira y decidiera terminar el trabajo.

Cargaron sus rifles y se posicionaron en su lugar correspondiente, los soldados mideryanos ya sabían que Isveria había llegado, el ambiente era tenso, nadie atacaba aún, pero sabían lo cerca que estaban los ejércitos.

Atacar primero tendría dos resultados posibles, o daba ventaja al ejército con iniciativa o alertaba al opuesto y revelaba posiciones.

No había tiempo para reflexionar la desición, fue Miderya quien dio el primer paso, un cañón, directo al flanco derecho del ejército de Isveria, varios soldados resultaron heridos, algunos no sobrevivieron el impacto.

Llenos de adrenalina, soldados de ambos ejércitos corrieron a la batalla en gritos que parecían rugidos, se escucharon hasta el grupo de cuidado de heridos en la retaguardia, Fenrir apretó los puños con impotencia, Newt sintió helar su sangre, parte de sí estaba aliviado de no estar en aquel matadero.

Los ejércitos se dispersaron, pero aún entre el humo y la tierra, Niel no despegaba el rabillo del ojo de Edmond, lo veía alejarse y él se acercaba más.

Así fue hasta que poco a poco, Edmond fue alejandose más, y Niel detrás de él, su lejanía comenzaba a ser peligrosa y nadie parecía darse cuenta, nadie mas que Guideon quien sin dudarlo los siguió, en su mente, su responsabilidad era servir de apoyo a sus compañeros que se alejaban, nunca imaginó lo que ocurriría.

Edmond se encontró con un par de mideryanos y sin pensarlo se libró de ellos, en un momento quedó solo, alejado de su propio ejército y del enemigo, pero un ruido lo alertó, se giró de inmediato con el rifle listo, encontrarse con Niel y la mira de su rifle sobre él le causó mayor temor que cualquier mideryano.

La mirada de Crawford era profunda, intimidante, acusatoria, no necesitaba que se lo dijera, era evidente, Niel lo sabía.

- Imagino que dirás algo.- comenzó Niel entre dientes, Edmond, sin bajar su rifle dio unos pasos a su costado, tratando de acomodar una mejor posición en caso de tener que disparar.

Algunos metros atrás, entre los árboles, Guideon se detuvo en seco al ver a sus dos compañeros amenazando la vida del otro, frunció el ceño, decidido a acercarse y terminar con ese patétito enfrentamiento.

- ¿Decir qué?, no hay razón para negar lo que ya sabes.- Edmond se encogió de hombros.

- ¿Porqué trataste de matar a mi hermano?- cuestionó Niel tratando de mantener la calma.

Guideon se detuvo en seco, ¿asesinar a Newt?, ¿Edmond?, se escondió detrás de un árbol, ¿qué ocurría?

- ¿Tratar?, ¡lo había logrado!, ¡no entiendo como es que sigue respirando, si yo lo vi dar su último aliento!, ¡Y me regocijé con su muerte!-

- ¡SILENCIO!- Rugió Niel. - ¡¿POR QUÉ LO HICISTE?!- exigió Crawford perdiendo los estribos.

- ¡¿Acaso necesito explicar mis razones?!, ¡desde que Crawford apareció, perdí mi oportunidad de estatus, durante AÑOS traté de mantenerme cerca de Birdwhistle, subí en sociedad por mi alianza con ellos y cuando al fin solo quedaba un peldaño por escalar, llega Newt Crawford a robarme a MI mujer, Birdwhistle me dio la espalda y mi imagen se desvaneció!...- Edmond decía con cierta burla en sus quejas mientras sostenia su rifle con fuerza, Niel también permanecía firme, siguiendo a Leonhart con su propia arma. -... ¡Ni siquiera Dhalia Birdwhistle aceptó mi propuesta!, ¡Como si la enferma de Birdwhistle fuera a tener una mejor opción!, El cadáver de un Crawford será mi premio de consolación.- sonrió Edmond cargando su arma.

Niel hizo lo mismo.

- ¡Dhalia tiene una mejor propuesta... y tú no estarás para verlo!- exclamó Niel mientras cargaba el rifle a la par que Edmond.

Todo fue en cuestión de segundos, tan pronto Niel soltó su última afirmación, ambos apretaron el gatillo, después del par de disparos hubo silencio absoluto.

Guideon había permanecido petrificado en su escondite, había escuchado todo, no cabía en su sorpresa, su corazón latía con fuerza, temía salir y encontrarse con el peor resultado.

Tomando aire con dificultad, obligó a sus piernas a moverse, cargó su rifle con precaución y salió con cuidado.

Suspiró pesadamente y bajó el rifle.

Niel permanecía de pie, con el brazo derecho herido y la mirada fija en el cuerpo de Edmond que yacía en el suelo con una herida fatal en la frente.

Guideon se acercó.

Con el ceño fruncido y sin desviar la mirada de Edmond, Niel cuestionó.

- ¿Sabes lo que ocurrió aquí?-

Guideon meditó un momento, reflexionó en lo que escuchó y en lo que presenciaba en ese momento.

- Un mideryano nos atacó.- concluyó el chico, convencido.

Por el beso de una damaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora