- Señor Marqués, ¿gusta más té?- Prim preguntó con voz de muñeca, el Marqués Crawford apretaba los labios para no sonreír, no era propio de él mostrarse simpático, ni siquiera con su propia familia.
- Muchas gracias pequeña- dijo el hombre sin pensar, poco a poco Prim estaba ganando terreno en el frío corazón del Marqués.
Con inocente alegría la rubia sirvió el té ante la mirada sospechosa de Niel y la complicidad de su familia.
- Miderya está tratando de conquistar tierras aprovechando que nuestra reina es joven e inexperta- indicó el Marqués.
- El Rey Goro no cuenta con que Isveria tiene al mejor ejército, liderado por el gran General Khay y por su puesto, la mente maestra del Marqués- comentó Prim, Hugh la miró con horror, aunque no había dicho nada malo, no estaba bien visto que las mujeres opinaran sobre política.
Ambas familias esperaron ansiosos la reacción del Marqués, para su sorpresa, el hombre pareció complacido.
- Ni yo pude haberlo dicho mejor, la Señorita Primrose es muy inteligente- dijo el Marqués dando un par de palmaditas en la cabeza de Prim, hasta Niel Crawford sintió celos de la indulgente actitud del Marqués hacia Prim.
- Señor...- llamó Niel, la expresión amable del Marqués desapareció de inmediato.
- Niel, la Señorita Primrose debe estar muy aburrida de escuchar estos temas, tú y tu hermano entretenganla con un juego de badminton, también al joven Birdwhistle y a la Señorita Dhalia...- ordenó el Marqués tomando la mano de Prim con delicadeza, Niel ahogó su cólera y solo asintió. -...creo que igual nosotros deberíamos continuar el postre en su jardín- sugirió el hombre, los Birdwhistle de inmediato ordenaron que prepararan la red para el juego y la mesa de jardín para los adultos.
Los hijos de ambas familias se dirigieron a la zona de juego.
- ¡Oh vaya!, que desafortunado, somos 5, los equipos no serían parejos- señaló Dhalia quien a pesar de su cuerpo débil, siempre tenía energía para un juego de badminton.
- No se preocupen, yo no jugaré, no soy nada bueno- indicó Newt, Prim lo miró con su falsa mirada inocente.
- Pero entonces, ¿qué hará Lord Crawford?- preguntó la chica con un tono tan empalagoso que Newt apretaba la mandíbula para no reírse descaradamente de la falsedad.
- Yo contaré los puntos, gracias por su preocupación, Señorita Birdwhistle- dijo Newt en el mismo tono falso.
- Será un chico y una chica, lo más justo será que yo juegue con mi hermana Dhalia, Lord Niel, cuide de mi querida Primrose- dijo Hugh, nadie más que Dhalia y Prim notaron el sarcasmo y burla en las palabras de Hugh.
Alejados, los padres miraban a los muchachos.
- Tienen unas hermosas hijas- señaló la Marquesa con timidez.
- Es una lástima que sean señaladas por el resto de la sociedad- indicó el Marqués, los Birdwhistle intercambiaron miradas, el Marqués no despegaba la vista de Prim, no sabían si sentir alivio o disgusto.
- Mis niñas crecieron fuertes, las palabras no las dañan- dijo orgulloso el Conde.
- Eso es muestra de la disciplina infundada por tí Fenrir- declaro el Marqués, ¿eso había sido un cumplido?, los Condes Birdwhistle no podían creerlo.
- Debo advertirle Señorita Primrose, que este deporte es uno de mis mayores talentos y soy muy competitivo... yo nunca pierdo, así que mantenga su distancia- dijo Niel advirtiendo en voz baja la última parte, Prim sonrió con inocencia pero por debajo su pecho se encendía con enojo, "NADIE menosprecia a Primrose Birdwhistle" pensó Prim.
- Espero con emoción poder verlo jugar, gracias por la oportunidad Lord Niel- dijo Prim tomamdo su raqueta con timidez.
El juego comenzó, era evidente que Niel no dejaría que Prim interfiriera, Hugh lo notó, a pesar de las diferencias que tenía con Prim no le agradaba ver que el arrogante Crawford la tratara como un estorbo.
Dhalia miró a su hermano, parecía molestarse más con cada tiro que Niel robaba de la raqueta de Prim, la chica lentamente se alejó del juego, dejaría que Hugh desahogara su enojo en un mano a mano con Niel.
Newt por su parte era el espectador por excelencia, vio el momento exacto en que Hugh perdió la tolerancia a su hermano y también el momento en que Prim bajó su raqueta fastidiada por el menosprecio de Niel, la rubia se había quedado atrás del orgulloso chico y caminaba de un lado a otro, Newt no pudo evitar reirse al comparar a Prim con un salvaje león enjaulado, "He ahí la Leona de Cardos" pensó el divertido segundo hermano.
Curioso captó la rápida mirada salvaje que intercambiaron Hugh y Prim, por un momento Newt sintió escalofríos, era como si ambos hermanos hubieran tenido una conversación mental de dos segundos.
La maniobra fue impecable, Hugh golpeó el volante con toda la fuerza que su fornido cuerpo pudo, Niel estaba tan concentrado en ganar que no escuchó a Prim detrás de él.
- ¡Esa es mía!- exclamó la rubia con su fingida voz.
Prim corrió frente a Niel quien se detuvo en seco al verla, fue aterrador cuando Newt notó que Hugh y Prim sonrieron al mismo tiempo con la misma malicia.
Prim levantó la raqueta con fuerza y "accidentalmente" golpeó la cara de Niel con el intrumento, ambos cayeron al suelo y la puesta en escena fue perfecta.
Dhalia se cubrió la boca con preocupación, Hugh corrió hacia los "accidentados" con su mejor cara de consternación, Niel colérico se sostenía su ensangrentada nariz y Prim seguía en el suelo, sosteniendo su muñeca y llorando como una experta.
- ¡Eso fue a propósito!- exclamó Niel.
Newt estaba petrificado en su lugar, había sido una obra maestra, pero, ¿funcionaria?, los Condes y los Marqueses corrieron a auxiliar.
El Marqués miró confundido la escena.
- Saltó a propósito, no iba por el volante iba por mi cara, esa... salvaje- gruñó Niel al Marqués, el Marqués Crawford miró con gesto gélido a Prim, Newt aterrorizado se acercó, ese era el fin, los Birdwhistle estaban perdidos.
Prim lloraba como una niña pequeña mientras Hugh la levantaba, la chica sostenía su muñeca.
- ¡Lo siento!, ¡Lo lamento Señor!, fue mi culpa- decía Prim entre sollozos, el Marqués de acercó con su gesto severo.
Todos esperaron expectantes, temerosos.
- Señorita Primrose, ¿está usted lastimada?- preguntó el Marqués con voz suave, todos quedaron boquiabiertos, incluso Prim casi olvidaba su papel.
- ¡¿Lastimada?!, esa...- dijo Niel incrédulo, el Marqués se giró con mirada fiera a su hijo.
- ¡Silencio!- sentenció el hombre y Niel cerró la boca, de inmediato el Marqués volvió su mirada a Prim con dulzura. - Pobre niña- dijo el temido Marqués sosteniendo la mano de Prim.
- No es nada Señor, gracias, por favor atendamos al joven Niel- dijo Prim tratando de acercarse a Niel, pero el Marqués la detuvo.
- No se preocupe señorita, mi hijo ha sido grosero con usted, no merece su compasión...- dijo el Marqués. -...Newt...- llamó, Newt quien hasta el momento seguía incrédulo se acercó.
- Señor- Newt esperó.
- Da un paseo con la Señorita para que olvide este trago amargo y si su muñeca sigue doliendo traela de inmediato- ordenó el Marqués, Newt estaba claramente confundido.
- ¿Señor?- reafirmó el chico.
- Una sirvienta que los acompañe, no habrá problema- dijo el Marqués creyendo que el problema era el estar solos, de inmediato la Condesa le ordenó a una de las sirvientas que caminara cerca del par de chicos.
Confundido y admirado, Newt obedeció y en incomodo silencio llevó a Prim por el jardín Birdwhistle mientras los otros miembros entraban a la casa para limpiar la sangre de Niel.
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Por el beso de una dama
RomanceNewt Crawford, una eminencia opacada por la audacia de su hermano y el inalcanzable amor por una mujer, su vida cambiará al conocer a Primrose quien busca demostrar que el destino lo construyes tú