Chismes

54 5 0
                                    

Prim se paseó por los jardines del Palacio, chasqueó los dientes recapitulando lo ocurrido, podía sentir el espectro de la mirada reprochante de Newt.

"Hay formas menos dramáticas de lidiar con el asunto"

Prim imaginó la voz de Newt, soltó un pesado suspiro.

- Lo sé, lo sé, abofetear a Windside no era la mejor opción, menos enfrente de todos, eso no lo hace una Señora decente.- se quejó Prim respondiendo a la voz en su cabeza.

- Ciertamente no lo es, Señorita- una ronca voz masculina sonó a sus espaldas, Prim saltó de sorpresa, esa noche había sido preparada para solo mujeres, incluso los meseros y sirvientes eran puras mujeres.

Prim se giró para encontrar al intruso, unos redondos ojos violetas la miraban con curiosidad, efectivamente, un joven caballero, Prim analizó las características del chico, alto, pelirrojo, ojos violetas, otro Ascort, no había duda, Prim comenzó a fastidiarse con la idea de encontrar Ascorts donde sea que fuera.

- Me disculpo Milord, no sabía que estaba aquí, regresaré a la fiesta, no es apropiado que estemos los dos juntos.- dijo Prim con una reverencia comenzando su camino de regreso.

- Imagino que a su esposo no le agradaría, ¿cómo le está yendo en el frente?- el chico preguntó, Prim se detuvo curiosa.

- ¿Como sabe que soy casada?- cuestionó Prim.

El pelirrojo señaló el anillo de Prim, la chica miró su mano aún con ceño fruncido.

- Por supuesto, a mi esposo no le parecerá adecuado que esté hablando con un Lord desconocido.- dijo Prim con gesto altivo, imaginaba que tenía que ser uno de los hermanos de Ada, tal como había dicho, era alto, tan alto como Hugh.

La mirada del chico se volvió traviesa, algo en su gesto indicaba que el chico esbozaba un intento de sonrisa, muy leve, casi imperceptible.

- Mucho menos cuando no es si quiera un Lord aún, eso no hablaría bien de usted o de su pobre y viejo esposo, Mi Señora.- replicó el chico, Prim no podía quedarse con la curiosidad.

- ¿Qué edad tiene mi Lord?-

- Diecisiete.-

- Oh vaya, eres un niño.- dijo Prim con alivio, automáticamente, el chico ya no resultaba un peligro para su ya comprometida reputación, Prim se sentó al borde de una jardinera, el chico se acercó y se sentó con ella.

- Entonces, abofeteó a Windside.- aseguró el chico, Prim sonrió.

- Lo merecía.-

- Siempre es así, mas eso no significa que debamos ceder a esos impulsos.-

- Suenas igual a mi esposo.-

- Su esposo es entonces un hombre racional-

Prim rió con ganas, escuchar a ese niño le hacía extrañar más a Newt.

- ¿Cuál es tu nombre?- preguntó Prim.

- Albert Ascort.-

- Hermano de Ada, el Heredero del Duque...- recordó Prim en voz alta.- ... un placer Albert, Primrose Crawford, conocí a tu hermana, espero nos visiten una vez que acabe la guerra, a Newt le encantará conocerte.- sonrió Prim con melancolía, poniéndose de pie, Albert la miró con detalle, podía intuir que Prim tenía un mar de pensamientos aquejando su mente.

- El placer es mio Lady Crawford, cuente con nuestras visitas.-

- Y usted cuente con nuestro apoyo el próximo año que debute en sociedad.- se despidió Prim para volver a la fiesta.

La fiesta no duró mucho más, tan solo un par de horas después, los invitados comenzaron a retirarse, en el carruaje de regreso, Prim, Maddie y Dhalia contaron lo sucedido, con detalle a Tulip y Antoinette.

A la mañana siguiente, el chisme se acrecentó, ya había sido distorsionado a más no poder, unas decían que era una pelea por un amor, otros por negocios, inclusive se hablaba de embarazos ilegítimos.

- ¿Tu crees que deba contarle a Niel de esto?- se cuestionó Dhalia a Prim.

La chica arqueó una ceja al escuchar a su hermana.

- ¿Niel?, ¿ya le hablamos por su nombre?-

Dhalia se sonrojó.

- Señorita Primrose, tiene visitas.- una sirvienta se acercó, Prim y Dhalia intercambiaron miradas confudidas.

- ¿Quién?-

- Primrose.- una voz femenina se acercó a las hermanas, se cubría la cabeza con un velo, como ocultando su identidad, iba acompañada de Ada, con gesto nervioso, también cubriendo parte de su cabeza.

La mujer misteriosa se quitó el velo, era Penny, con mirada preocupada.

Dhalia y Prim se pusieron de pie de un salto.

- Su Majestad.- saludaron sorprendidas, la sirvienta hizo una reverencia tan abrupta que casi tocaba la frente en el suelo.

- ¿Qué pasó anoche?, ¿es verdad lo que dicen?- comenzó Penny ignorando la sorpresa e incomodidad que generaba su improvisada visita, Prim no sabía a qué se refería.

- Le digo a Su Majestad que no es cierto, pero insistió en venir- interrumpió Ada, Prim frunció el ceño, el par de pelirrojas gesticulaban de forma exagerada, comenzaba a sentir el fastidio Ascort que ya veía venir.

- ¿De qué habla, Su Majestad?- preguntó Prim.

Dhalia tomó su taza de té y tomó un par de sorbos, se sentía ligeramente culpable, a final de cuenta ese drama había sido por ella.

- ¿Cómo que de qué?, ¡de la bofetada a Windside por supuesto!, dime que no es cierto que Newt cometió una indiscreción con Lizabeth.-

Prim estaba aún más confundida.

- ¿Indiscreción?-

- ¡Si Newt embarazó a Windside!- presionó Penny, Dhalia no pudo evitar escupir el té de la impresión.

Prim quedó atónita.

- ¡No!- negó Prim con un grito ronco, incrédulo por la ridícula acusación.

- Ah- suspiró Penny, sentándose en una de las sillas de la mesa de jardín, aliviada.

- Se lo dije prima, yo estuve ahí, no entendí mucho, pero no había nada de un bebé.- aseguró Ada sentándose junto a Penny.

- Pero dijiste algo de un Lord Crawford.- afirmó Penny.

Dhalia no podía más con la culpa.

- Lord Niel Crawford.- corrigió Dhalia.

- Oh, ¿Niel embarazó a alguien?- cuestionó Penny.

- No, Su Majestad, nadie está embarazada.- aseguró Dhalia.

- Pero si hay al parecer dos prometidas para Crawford.- comenzó Prim, las pelirrojas la miraron curiosas, Dhalia sabía lo que seguía, cotilleo a niveles estratosféricos.

Prim le contó a la Reina todo lo que había ocurrido entre Dhalia y Niel, el detalle de fechas y orden cronológico tan exacto de Prim sorprendía a su hermana, le resultaba extraño ser el objeto del chisme y ella misma estar presente para escucharlo, al menos no habría duda de la veracidad en las palabras de Prim.

Penny y Ada quedaron extasiadas con la situación, al finalizar, Prim cambió el tema abruptamente.

- Su Majestad, ya que estamos aquí, si me permite preguntar, ¿a qué se debe que su familia materna esté aquí, en la capital?, no me malentiendan, Ada me resulta muy agradable, sus hermanas adorables, incluso su hermano, Albert, es un niño encantador, solo tengo curiosidad, nunca antes las segundas familias tenían un papel activo para Greengrass.- recordó Prim, Ada frunció el ceño.

- ¿Albert, encantador?, bizarra afirmación.- dijo Ada entre dientes.

Penny sonrió ampliamente, ansiaba contar la noticia a alguien más.

- Muy sencillo, querida Primrose, quiero que mi bebé crezca con su familia.- confesó Penny con mirada brillante, Prim enmudeció, y Dhalia, de nuevo estuvo a punto de desperdiciar su té.

Por el beso de una damaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora