Cartas

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"No puedo creer que hayas dicho que no a Edmond"

Dijo Maddie a señas apresuradas con sorpresa, aún no salía de su impresión.

- Yo tampoco Maddie, ¿que ocurrió Dhalia?, ¡Edmond era tu mayor sueño!- recordó Prim.

Dhalia sonrió, pero su rostro expresaba aún desconcierto, temor, inseguridad, ¿cómo le contaría a su hermana lo que habia pasado por la noche sin provocar que la rubia menor estallara en un grito incrédulo.

Mas no tuvo que hacerlo, no en ese momento, pues otra amante del cotilleo se acercó, Lizabeth, seguida de un par de amigas, parecía pensativa, frustrada, y preocupada, su padre también se había marchado.

- Birdwhistle, de nuevo en el centro de una conmoción social.- saludó Liz.

- No ahora Windside.- gruñió Prim, Liz miro a Prim con desdén y puso los ojos en blanco antes de dirigirse a Dhalia nuevamente.

- Leonhart no era una mala opción, ¿qué te hizo rechazarlo tan abruptamente?- cuestionó Liz con voz curiosa.

Dhalia bajó la mirada, definitivamente no le diría a Lizabeth lo ocurrido con Niel.

- Yo... solo no lo sentía.- dijo Dhalia.

Liz hizo una mueca de insatisfacción.

- Birdwhistle, dandose el lujo de "sentirlo" esperando a que llegue otro que también lo "sienta"- reflexionó Liz sin pensarlo.

- ¿Qué dices?, "sentirlo" no es un lujo, hasta tú lo tienes con el Cuervo Mayor.- Prim señaló con voz ronca.

El silencio en el gesto monótono de Liz enmudeció a Prim, Dhalia desvió la mirada.

- Los Crawford son un misterio.- se limitó a decir Liz.

El ambiente se volvió incómodo, la frustración de Liz ni siquiera resultaba divertida para Prim.

- Niel Crawford es por naturaleza estúpido, solo puede pensar en una cosa a la vez, definitivamente cuando vuelva, se acordará de darte el anillo, que si me preguntas a mí, deberías casarte con otro con más neuronas.- dijo Prim.

Dhalia se mantuvo en silencio, tensa, Liz rió levemente.

- Es sumamente irrespetuoso lo que has dicho para Lord Crawford... espero así sea.- asintió Liz dando media vuelta para alejarse.

De nuevo, las Birdwhistle quedaron solas.

"¿Creen que Niel Crawford ya no quiera casarse con Liz?"

Preguntó Maddie con señas discretas a las hermanas.

- Y si no es con ella, ¿entonces con quien querría casarse?- preguntó Prim en voz baja.

Dhalia se armó de valor.

- Conmigo.- confesó Dhalia.

Prim y Maddie la miraron atónitas.

- ¡El Cuer...!- exclamó Prim pero Maddie oportunamente le cubrió la boca.

Después de asegurarse de que no habían llamado la atención de nadie, Maddie y Dhalia se esforzaron en lograr que Prim recobrara la compostura, fue una noche larga, nadie quería celebrar, pero todas ocupaban distraerse.

Y así fueron los siguientes días, varios oficios indispensables comenzaron a ser manejados por mujeres, las niñas crecieron rápido para apoyar en casa, y las tardes en la mansión Birdwhistle albergaban a las mismas cinco mujeres, la matriarca, las hermanas, Maddie y Antoinette.

Conversaron, tejieron, compartieron té y anécdotas mientras esperaron a recibir noticias.

Tres semanas pasaron antes de recibir un nuevo aliento.

- Tulip, ¿puedo preguntarte algo?- comenzó Antoinette, le carcomía la curiosidad pero esperó hasta tener mayor confianza con Birdwhistle antes de preguntar.

Tulip asintió antes de darle un sorbo a su té.

- Claro, lo que sea.-

Antoinette sonrió tímida.

- ¿Qué tanto conocías a Lyn de joven?- los ojos de Antoinette brillaron de curiosidad.

Tulip rió ante el recuerdo, no podía creer que hablaría de su juventud.

- Lyn Crawford fue el mejor amigo de mi difunto hermano, no lo creerías pero hubo un tiempo en el que Lyn no salía de esta casa, se parecía mucho a tu hijo mayor, él, mi hermano Oak y su otro amigo, Marlo, eran muy unidos.- sonrió Tulip.

- ¿Marlo?, Marlo Dawson jefe de comercio.- recordó Antoinette a aquel hombre elegante usualmente de viaje.

Tulip asintió con una sonrisa.

- ¿Puedo preguntar qué ocurrió?, Lyn y yo no solemos hablar mucho, pero aún así, en ningún momento lo he escuchado hablar o mencionar a usted o su familia, creería que aquella vez que nos conocimos por el incidente de Prim, él mencionaría algo.- reflexionó Antoinette.

La expresión de Tulip se volvió nostálgica.

- No me extraña, mi hermano falleció durante una misión en las afueras del país hace 27 años, Lyn nunca lo dijo, pero siempre intuí que tanto él como Marlo se sintieron culpables de lo que sea que le haya ocurrido a mi hermano, cuando me enteré de su muerte, al poco tiempo me casé con Fenrir, mi padre lo adoraba, vivió lo suficiente para verme casada, mas no para conocer a Dhalia, Lyn y Marlo no volvieron a visitar la casa, Marlo se casó al regresar también y tres años después llegaste tú como la sorpresiva esposa de Lyn, así que sí, conocí a Lyn, mas no estoy segura de conocerlo ahora.- admitió Tulip, Antoinette hizo una leve mueca, la historia era demasiado corta para su gusto, tal vez, ni siquiera la misma Tulip conocía su historia, si tan solo Lyn fuera más comunicativo, sin emvargo, la realidad era que Tulip había omitido muchos detalles y la verdadera profundidad con la que había conocido a Lyn.

Un sirviente entró a la sala con las mujeres.

- Condesa, han llegado cartas para ustedes, un sirviente de la residencia Crawford vino a dejar las de la Marquesa y Lady Primrose.- informó la joven sirvienta, de inmediato las tres jovenes bajaron emocionadas por las noticias, la sirvienta repartió las cartas, una para Tulip de Fenrir, una para Antoinette de Lyn, una para Maddie de Hugh, una para Prim de Newt y una última para Dhalia, de Niel.

Dhalia tomó su carta incrédula, Maddie y Prim sonrieron curiosas, la rubia se alejó un poco para abrir la carta.

Prim no pudo aguantar.

- ¿Quién lo diría?, ¡Niel sabe escribir!- se burló Prim, Antoinette arqueó una ceja.

- Prim- llamó Dhalia en reproche mientras abría la carta.

- No me dirás que es de Leonhart.- sonrió Prim.

Dhalia echó una miradilla a la firma de la carta y sonrió avergonzada.

- ¡¿Sí es de Niel?!- preguntó Antoinette sorprendida.

Prim miró a Tulip.

- ¿No sabe?- preguntó Prim con una amplia sonrisa de amor al cotilleo.

- ¿Saber qué?- Antoinette brilló en la misma curiosidad.

- Niel no pidió la mano de Windside porque se quiere casar con Dhalia- dijo Prim emocionada, Antoinette miró a las Birdwhistle con sorpresa.

- Ha de estar en los genes.- sonrió Antoinette.

Por el beso de una damaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora