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CAP 33 PASEO

"La familia es la brújula que guía nuestro camino, la inspiración para caminar hasta lo alto de la montaña y el mayor consuelo cuando algo sale mal".

-¡Mami, tía Liz ya está aquí! ¡Es hora de irnos!

Lucy gritó a todo pulmón desde la entrada de la puerta principal mientras Chris terminaba de guardar el bolso de las chicas en el maletero del auto. Como buen adulto responsable les había pedido llevar una botella de agua, una muda de ropa, zapatos y abrigo en caso de necesitarlos.

Las cosas parecían ir mejor que nunca y el tan esperado sábado había llegado más rápido de lo pensado. Una semana más había transcurrido y con ella la sensibilidad había tocado a la puerta de las mujeres de la familia. Los malestares matutinos cada vez se hacían más notorios para Rosie, aunque rara vez vomitaba sí que sufría de náuseas y mareos con frecuencia. Su apetito era envidiable, sus sentidos se habían agudizado un poco más y sus 7 horas de sueño parecían ya no ser suficiente.

La rubia desprendía ternura con la mirada y destella felicidad por cada poro de su piel, así anduviera despeinada y con una ridícula pijama de cerditos no dejaba de verse deslumbrante e increíblemente preciosa. El embarazo le había caído de maravilla y se notaba a simple vista.

Chris, por otro lado, se mantenía tan ocupado atendiendo a Lucy, a Rosie y a la constructora que el agotamiento comenzaba a pasarle factura. Había perdido algo de peso y las bolsitas bajó sus ojos indicaban cuan cansado se sentía. Si... La semana había sido extenuante, pero lo reconfortaba saber que al menos el domingo podría tener algunas horas de tranquilidad para descansar. Aunque con la sorpresa que le tenían a Lucy preparaba dudaba un poco el que pudiese pegar un solo ojo durante la tarde.

-¡Wow, amor! Luces tan, Dios... Increíble...

Chris pasó saliva y se quedó plantado como un fantasma a mitad del living cuando vio a la hermosa y sensual rubia que venía bajando las escaleras con unos enormes tacones a juego con su vestimenta.

-¡Mami, te ves muy bonita! -Lucy abrió la boca con sorpresa al igual que su padre mientras Rosie se detenía al final de la escalera con una gran sonrisa dibujada en su rostro.

Rosie había elegido un vestido de tirantes color olivo con un corte en A y un encosté en forma de V en la parte superior. La tela se entallaba en la zona del torso y caía ligera sobre sus muslos muy por encima de sus rodillas mientras que el sugerente escote de su espalda era decorado por un juego de tirantes que realmente no le cubrían nada. Zapatos altos a juego, labios color cereza y una linda diadema con brillitos era lo que sujetaba el cabello platinado que caía sobre sus hombros semi desnudos.

-¿Les gusta vestido nuevo mío?

Rosie sonrió satisfecha, alisó la suave tela de su corto y sexy vestido para después dar una pequeña vueltita que casi le provoca el infarto a Chris cuando su falda voló con gracia al rededor de sus piernas torneadas y los tirantes delgaditos que intentaba cubrir su piel lo dejaron ver toda la desnudes de su espalda. Llevar esa prenda a la feria en definitiva sería un completo crimen.

-Me gusta mucho mami, pareces una princesa. -Lucy fue la primera en hablar mientras escaneaba a la mujer de pies a cabeza. Su madre era muy bella, una mami de revista.

-¿Amor por qué te pusiste eso? -Chris preguntó incrédulo y la rubia enseguida frunció el ceño con desánimo.

-¿No veo bonita? -Rosie bajó la mirada para ver su atuendo, ella se había sentido fabulosa al verse en el espejo antes de bajar.

-Mi cielo, claro que te ves bonita. Demonios te ves hermosa. Pero vamos a la feria, amor. Caminaremos mucho y con esos tacones y ese pequeño vestidito te vas a sentir muy incómoda. -Evans trató de que ella no mal interpretara sus palabras.