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CAP 42 ESPERANZAS

"La esperanza puede ser una fuerza muy poderosa. Tal vez no haya magia real en ella, pero cuando sabemos lo que deseamos y lo sostenemos como una luz en nuestro interior, podemos hacer que las cosas sucedan, casi como si fuera verdadera magia".

El fin de semana caótico había terminado para los integrantes de la familia y los siguientes días comenzaron a pasar más lentos de lo que hubiesen deseado. Por un lado, la señora Evans había pedido permiso en el colegio de Lu para que pudiese quedarse en casa junto a Rosie por esa semana y su profesor con mucho gusto se comprometió a enviarle diariamente todas sus actividades por correo electrónico.

Y por otro, Hank y Jay se ocuparon de la acusación contra Chris, la cual poco a poco perdía credibilidad ante la fiscalía debido a que la supuesta víctima del caso no era quien había hecho la denuncia directa sino un supuesto anónimo que fingía tener pruebas para comprobar aquel delito. Sin embargo, la evidencia era una simple declaración y un par de estudios médicos que fechaban tiempo después de que Rosie hubiese aparecido en las costas de la propiedad Evans.

Aquella denuncia venía adjunta con un reporte médico que diagnosticaba a la joven con amnesia retrógrada psicógena provocada por una situación de estrés muy intensa y traumática como la pérdida de un ser querido, abuso, o situaciones que pudieron haber puesto en riesgo su vida.

En otras palabras, la denuncia aseguraba que la joven había sido víctima de abusos y maltratos de toda clase antes de sufrir su accidente en aguas mediterráneas y que a pesar de no tener memoria, su subconsciente traumatizado la hacía una joven vulnerable, manipulable y fácil de engañar. Acusaba al señor Christopher Evans de haber intimidado y coaccionado a la víctima para que se fuese con él, reteniéndola y encerrándola en su casa contra de su voluntad para abusarla física y sexualmente.

Si, el asunto sonaba serio, y a excepción del diagnóstico médico carecía de credibilidad. Cualquier persona que hubiese visto a la pareja interactuando en la ciudad podría jurar que la joven no estaba para nada intimidada y mucho menos estaba siendo abusada.

En cambio, los abogados Voight sí que tenían evidencias. Tenían facturas de hospital pagadas, reportes de sus terapias, diagnósticos psicológicos emitidos por un especialista, recetas médicas y medicamentos que la chica había estado necesitando durante los últimos meses. Contaban con la declaración de algunos allegados a la familia que desmentían las acusaciones contra Christopher Evans y relataban su propia versión de la historia, asegurando que si había algo que Rose o Charlotte hubiese recibido de los Evans, era su completa confianza, comprensión, apoyo y amor desinteresado.

Además el par de abogados, habían recibido un informe detallado de la policía que relataba los hechos de la aparición de Charlotte en las costas de aquella playa y de cómo la familia Evans se había hecho cargo de ella todo el tiempo en el que estuvieron en espera de que algún familiar apareciera.

La declaración del jefe del departamento de policía de Marbella, Sam Wilson, explicaba a grandes rasgos como una familia de Británicos había intentado aprovecharse de la falta de memoria de la joven para llevársela contra su voluntad y en vista de que su terapeuta, Laura Cadedinelli había confirmado que la chica efectivamente había sufrido de abusos y maltratos en su pasado por un familiar directo, fue que se decidió tener más cuidado con su seguridad y bien estar.

No podían simplemente entregar a la chica a un desconocido que podría tener dobles intensiones con ella, menos si Charlotte o Rosie no era capaz de reconocer el rostro de su agresor. Ya que bien podría ser su propio padre, su hermano, un ex novio, esposo, madre o incluso su propio padrastro. Tanto él como el señor Evans habían estado de acuerdo en ser más cuidadosos la próxima vez que alguien llegara preguntando por una chica desaparecida con sus mismas características para evitar que el desagradable suceso pudiese repetirse.