CAP 26 ESPERAS

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"Aunque tu mente esté muy confundida, tu corazón siempre sabe la respuesta, escúchalo".

-No papi, no quiero. Por favor, vamos a casa, regresemos con mami.

Lucy chilló y se aferró a las piernas del rubio sin parara de llorar.

Había pasado una semana desde el cumpleaños número 7 de Lu y nadie había vuelto a saber nada sobre Lilie Thomson. Las cosas se habían ido acomodando poco a poco con el pasar de los días mientras el clima del otoño cada vez se hacía más lluvioso y húmedo.

Rosie, por otro lado, se había sentido muy indispuesta aquella mañana del lunes como para acompañar a ambos Evans al colegio así que debido a la mala noche que había pasado, Chris decidió que era preferible que se quedara en cama a descansar en lo que él iba a dejar a la pequeña Lu.

-Mi cielo, mami va estar bien. Ella va descansar mucho mientras cumples con tus deberes y por la tarde los dos vendremos a buscarte. ¿Bien? -Chris se agachó para quedar a la misma altura que su hija quien no dudó en colgarse de sus hombros para llorar con mucho sentimiento.

-No papi... No quiero que mami muera. Llévame a casa con ella. -Lucy sollozó en el hueco de su cuello mientras Chris sentía la mirada de los demás padres sobre él.

-Cariño, mami no va morir. ¿Qué cosas dices? Dime qué sucede, hija. -Evans sintió una gran angustia al ver el dolor con el que su hija lloraba. Hacía mucho que no la veía tan asustada y sensible.

-Solo quiero regresar con mami.

Ella hipo y suplicó con toda la fuerza de su ser, pero Chris se negó. El miedo que la pequeña Evans sentía ante la posibilidad de perder a quien ahora consideraba su madre la hacía sentir una terrible ansiedad poco saludable para una persona tan chiquitita como ella.

-Hagamos un trato, mi cielo. Te quedarás en el colegio y después de que el doctor revise a mami vendremos por ti, ¿bien? Ella se va sentir muy triste si pierdes un día de clases, sabe lo mucho que te gusta estar aquí con tus amigos. -Chris limpió sus lágrimas y trató de animarla un poco.

-Me gusta más estar con mami en casa. -Lu sorbió su nariz y fijó sus ojos aguados sobre los azules de su padre.

-Mi amor, por favor. -Chris le suplicó y ambos entraron en juego de miradas fijas en el que ninguno cedió por varios segundos hasta que la campana sonó.

-¿Prometes venir por mi después del almuerzo? -Lucy tuvo que aceptar a regaña dientes, sabía que su padre no accedería esta vez.

-Te lo prometo, cariño. Ahora vayamos antes de que cierren el portón. -Evans besó su mejilla y seco todos los restos húmedos que habían quedado en sus mejillas debido a su llanto.

Ambos apretaron el agarre de sus manos y corrieron cuando varias gotitas frías comenzaron a caer sobre sus cabezas. Pronto se caería el cielo sobre ellos debido a las fuertes lluvias pronosticadas para la semana. Lucy se despidió con los ojos llorosos y Evans huyó de ahí antes de que se arrepintiera de dejar a su hija tan triste y la trajera con él casa.

La realidad es que no era ninguna mentira que él al igual que Lucy se sentía terriblemente preocupado por Rosie y lo único que también deseaba era volver a casa para revisar cómo se encontraba. Estaba seguro que todo el dulce que se había comido durante el fin de semana le había hecho mucho daño.

La rubia debía dejar de asaltar la nevera para saturarse de azúcar cada vez que tenía hambre después de hacer el amor.

-¡Nena ya llegue!

Chris se quitó la chaqueta y las botas en la entrada y dejó las llaves de su auto sobre la isla de la cocina para después correr escaleras arriba hasta llegar a su habitación. No había tenido ninguna respuesta y su preocupación sólo subió a niveles extraordinarios cuando al cruzar la puerta del dormitorio no encontró a su chica recostada donde la había dejado descansando.

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