"El ser humano es capaz de recorrer el mundo unas mil veces solamente para reencontrar a su ser amado".Marbella, España
Domingo, 7:00am-¿Tú lo sabias? ¡Demonios, Tom! Responde, ¿lo sabías?
Jennie se acercó colérica al hombre que se había quedado pasmado a mitad de su living para sacudirlo bruscamente de los hombros.
-¡Argh! ¡Jennie detente!
Tom gruñó adolorido aún por la horrible golpiza que le había dado el desquiciado de Sebastián Barnes. Su rostro, costillas y brazo izquierdo aún tenían secuelas de los golpes, y éste último había sido enyesado.
-Solo responde, Tom. ¿Sabías que Rose está esperando un maldito bastardillo de Chris? Esto lo empeora todo. -Jennie le dio un empujón más que hizo al castaño caer sentado sobre el sofá.
-No... Yo no tenía idea...
Tom frunció el ceño con una angustia terrible para después levantar el rostro y ver confundido a la rubia furiosa que lo miraba con unos ojos asesinos que le causaron escalofríos.
-¡Pues lo está! ¡Esa maldita zorra se acostó con él! ¿Cómo pudo meterse en su cama? -Jennie tiró de sus cabellos con desesperación mientras caminaba de un lado a otro como gato encerrado.
-Jennie esto cambia todo... Yo jamás imaginé que Chris... Que ella... Que Rose pudiese quedar embarazada. Jamás me pasó por la cabeza que su relación fuese tan seria.
Tom cerró los ojos con fuerza y apretó el puente de su nariz en señal de frustración.
-Yo tampoco, pero lo estuve analizando anoche. Será sencillo solucionarlo, sólo debes darme una prescripción médica para conseguir los medicamentos necesarios. Le pagaremos a una enfermera, y haremos que pierda al bebé. -Jennie soltó de golpe con una enorme sonrisa lobuna que le heló la sangre al doctor.
-¿Qué demonios? ¡Perdiste la cabeza!
Tom se puso de pie con dificultad mientras se abrazaba a sí mismo con su brazo bueno.
-¿Qué? ¿A caso quieres quedarte con el bastardito? Porque si es así no me molesta. -Jennie soltó en tono burlón.
-¡No! No me refiero a eso... -Tom se pasó la mano por el rostro para tratar de tranquilizarse. La rubia estaba fuera de control.
-Entonces deja de comportarte como un maldito cobarde, Tom. Sólo debes darme la estupida receta, yo haré lo demás. -Jennie trató de persuadirlo al ver la duda que se incrustó en su mirada.
-Escúchame bien Jennie... Jamás atentaría contra la vida de nadie y mucho menos de la de un pequeño bebé indefenso que no tiene culpa de nada. Soy médico, maldita sea e hice un juramento en la escuela de medicina.
Tom gruñó con impaciencia. La inesperada noticia le había dado justo en su orgullo, pero no había nada que pudiese hacer al respecto. Un embarazo sólo hablaba de la seriedad y compromiso que había en la relación que tenían esos dos y podría ser muchas cosas, pero no iba ejercer con malicia su profesión.
-¿Qué demonios quieres decir? -Jennie lo miró mal.
-Lo que quiero decir es que no pienso continuar con esto. Hemos llegado demasiado lejos y no pienso causarle ningún daño a Rosie o a su bebé. Suficiente tuve con ganarme la paliza de mi vida por un simple capricho, además de ganarme el odio de Liz y de todos los Evans. E incluso Rose, ella ya debe odiarme también...
Tom gruñó arrepentido al recordar los puños de Barnes estamparse sobre su rostro.
-Definitivamente no debí escucharte cuando viniste a mi. Desde un principio supe que esto sería un grandísimo error y no voy a negar que Rose me encanta, es una chica bellísima, agradable y la aprecio, pero no la obligaré a estar conmigo si a quien ama es a otro y mucho menos ahora sabiendo que espera un hijo de Christopher. -Tom hizo una pausa.
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🌊 𝝝𝗖𝗘𝝠𝗡 𝗘𝗬𝗘𝗦 🌊
RomansaHace exactamente 5 años que una de las familias más reconocidas de España en el campo de la construcción había sufrido una ruptura irreparable que había dejado el corazón de Christopher Evans completamente despedazado. Con tan solo 28 años de edad y...