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CAP 25 SOLEDAD

"La soledad y el sentimiento de no ser querido es la mayor de las pobrezas".

⚠️Capítulo no apto para sensibles⚠️

FLASHBACK

Finales de mayo, 2021, Copenhague, Dinamarca

Robert salió de entre las sombras donde llevaba largo rato observando a Charlotte.

La noche comenzaba a caer y ella se había quedado sentada en el jardín trasero completamente sola y pensativa después de que su prometido se marchara. Faltaba muy poco para la boda y el miedo de no estar haciendo lo correcto la tenía muy afligida a pesar de ser un matrimonio por conveniencia. Lottie quería obligarse a amar al joven que había pedido su mano.

Ella sabía que era la única manera de romper las cadenas que la unían a su familia y a ese pasado perturbador que aún le producía pesadillas.

Si, porque a pesar de haber tenido una infancia muy difícil, Charlotte se había permitido soñar gran parte de su vida con vivir una historia romántica en la que pudiese encontrar el verdadero amor. Un hombre maravilloso que la respetara, que la protegiera y que la amara incondicionalmente. Alguien que pudiese quererla a pesar de no tener nada y de no ser nadie interesante.

Había idealizado tanto la figura masculina de un perfecto príncipe Danés que le entregaría su corazón y que la sacaría de aquella terrible soledad en la que por años se sintió morir. Pero en su lugar había llegado Peter Holland, un chico lindo y atento de buena familia que mostraba mucho interés por ella y que había prometido no obligarla a hacer nada que ella no quisiera. Él le había asegurado que si lo suyo no funcionaba después de cobrar la herencia y de cumplir con el tiempo de unión establecido en el documento, le daría él divorcio sin pedir absolutamente nada a cambio.

Ese fue el verdadero gancho para que ella cayera en la trampa y cediera.

Su ingenuidad y su confianza en la gente incorrecta la estaban guiando a su propia condena. Aunque según su madre Virginia y su padrastro Robert, Peter solo quería ayudar a que la familia obtuviera lo que por ley le correspondía a cambio de casi nada. Bueno... Más bien a cambio de una guapa esposa que seguramente le daría hijos muy bellos si ella accedía a corresponderle como mujer.

Esa, en parte, era la idea que a Lottie le habían vendido para aceptar aquel matrimonio.

Lo que ella desconocía es que Robert estaba jugando todas las cartas a su favor y que sólo la estaba usando como una jugosa carnada que desecharía después de obtener lo que tanto deseaba de ella. Peter, por otro lado, era un simple y encantador peón más en el tablero que estaba cobrando muy bien por aquel negocio tan ruin que le había propuesto el Downey por debajo de la mesa.

Al principio Holland no había tenido malas intenciones con Lottie, la joven le gustaba mucho y le parecía una chica maravillosa y agradable, pero poco a poco se había dejado envolver por los coqueteos de Ana y por los engaños de Robert. Peter había caído en sus manipulaciones y chantajes al igual que todo aquel que se cruzaba en sus caminos y un día sin haberlo visto venir, terminó follandose a su futura cuñada y obedeciendo todo lo que Robert le solicitaba.

Cualquiera habría creído que Peter era una víctima más, pero ¿en realidad lo era? ¿O era más bien un cómplice que actuaba con los ojos vendados? Un cómplice que viviría arrepentido el resto de su vida si supiera realmente todo el daño que estaba por causarle a su futura esposa.

Era difícil desenredar los hilos de aquella complicada situación y el que Charlotte ignorara todo ese embrollo la hacía tener fe en Peter. En verdad esperaba que algo real pudiese salir de eso ya que era lo mejor que había podido lograr.