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CAP 48 PRESENTACIONES

"Yo no soy lo que me sucedió. Yo soy lo que elegí ser".

Miércoles, Marbella, España

-¿Me querías ver abuelo?

Jennie entró al despacho de su abuelo y tomó asiento de forma desinteresada frente al viejo que con semblante serio aguardaba por ella.

-Si, te vas a Londres a vivir con tu madre. Tu vuelo saldrá en una semana así que prepara todas tus cosas, pasarás navidad con ella.

El juez Ross Sharander soltó la noticia de forma determinante y tomó asiento antes de escuchar el escandaloso chillido de reproche que soltó su nieta.

-¡Qué! ¡No, abuelo! No puedes hacerme esto. No puedes echarme, he vivido contigo desde la muerte de la abuela.

Jennie lo miró tan furiosa que su abuelo desconoció a la chica que tenía frente a él. Aquella joven no se parecía en nada a la dulce y cariñosa Jennie que había llegado a vivir a su casa hace ya varios años.

-Puedo y lo haré, querida. No me arriesgaré a que hagas una estúpidez que ponga en duda y riesgo mi cargo como juez de la ciudad. ¿A caso cree que soy un viejo idiota? ¿A caso pensaste que no me enteraría que andas metiendo tus narices en el caso en el que se vio involucrada la familia Evans? ¿Pensaste que nadie vendría a mí a contármelo todo? Te lo advertí, Jennie, te dije que te mantuvieses al margen.

El abuelo le apuntó con el dedo de forma amenazadora para después recargarse en su silla y encender un cigarrillo.

-Estás equivocado, abuelo. Son mentirás, yo no he hecho nada, te lo juro.

Jennie se puso de pie y cambió repentinamente su actitud desafiante por una más sumisa, pero su abuelo la conocía demasiado bien como para dejarse manipular.

-No pienso discutir contigo, Jennie. Tengo todas las grabaciones que confirman que te la has pasado metida en la fiscalía pidiendo información sobre el caso. Y por si fuera poco, el detective Rumlow vino hasta aquí para contarme cada detalle de tu estúpido plan. ¿Sabías que hace un par de meses Christopher Evans puso una orden de restricción en tu contra? Pues claro que lo sabías...

El abuelo sonrió de forma sarcásticas para después continuar.

-Tú y ese maldito doctor Hidd irán a la estación de policía a retirar la denuncia en contra de ese hombre si no quieres que firme una orden para que los arresten, a ambos.

Ross se puso de pie para ir hasta su mini bar y servirse una copa. Le preocupaba de sobremanera que las malas decisiones de su nieta pudiesen interferir en los próximos planes que tenia en puerta. Llevaba años luchando por que cada ciudadano siempre tuviese la justicia que merecía y debía predicar con el ejemplo y eso la incluía a ella.

-Abuelo, escúchame... El detective Rumlow te mintió, está despechado porque no le hice caso... -Jennie tartamudeó frustrada, pero su abuelo la silencio.

-No me interesa lo que haya pasado entre ustedes o entre ese tal Chris. Tienes una semana, niña, para arreglar este problema. Quiero el apellido Sharander completamente limpio y fuera de este enredo amoroso tuyo. -El abuelo la fulminó con la mirada para después hacerle una seña de que podía retirarse.