"Deja que tu alma sonría a través de tú corazón y que éste sonría a través de tus ojos, para que así pueda esparcir sonrisas a todas aquellas almas tristes que aún no saben como encontrar la felicidad".
Un día entero había pasado desde que la joven desconocida había despertado de su largo periodo de coma y como cada tarde los Evans ya se encontraban en el hospital nuevamente esperando para que Lucy pudiese entrar a saludarla. Aunque lo que realmente tenía ahí al resto de la familia era la espera eterna por los resultados de las pruebas que le habían hecho el día anterior.
-¿Cuánto más debemos esperar? -Chris se puso de pie y caminó un poco para estirar las piernas.
-Tom dijo que un par de horas, le están realizando la última prueba, la van asear y después la traerán de regreso a la habitación para que tome sus alimentos. Seguro nos darán buenas noticias. -Elizabeth elevó la mirada para ver a su sobrina a través del cristal mientras veía caricaturas en la habitación de Rose.
-Siento que ha pasado una eternidad. -El rubio suspiró y el silencio reinó.
-Tranquiló... -Liz tomó su celular y decidió enviar algunos textos a sus amigas, pero su molesto hermano la interrumpió de nuevo.
-¿Oyes eso? -Evans susurró mientras trataba de identificar aquel ruido.
-¿Qué cosa? -Liz agudizó sus sentidos.
-Eso... Demonios...
Chris apretó los ojos con fuerza cuando a su espalda escuchó aquel eco tan intimidante y empoderado que producían los tacones puntiagudos de Lissa Evans. Porque si, si había una mujer que toda la ciudad respetara por tener un carácter tan correcto y agradable era ella, su madre.
-¿Llamaste a mamá? -El rubio miró mal a su hermana, quien mientras lo ignoraba elevaba su mano para llamar la atención de su madre que venía a pasos fieros hasta ellos.
-No hay mejor medicina para la ansiedad que tener a mamá cerca. -Liz fue hasta su madre para darle un beso en la mejilla mientras Chris rodaba los ojos, enderezaba la espalda y se giraba con la mejor de las sonrisas para recibir a la mujer.
-Iré con Lucy para hacerle compañía mientras esperamos por Rose. -Elizabeth los dejó solos, causando que Chris sospechara de aquellas dos mujeres rubias. Lo habían emboscado.
-¿Cómo estás, cielo? -Lissa lo abrazó y besó la mejilla de su hijo para después escrutarlo con aquellos dos enormes ojos azules que solían ponerlo nervioso.
-Bien mamá, ya sabes. -El hombre sonrió, sabía lo que esa mirada significaba.
-No debiste molestarte en venir hasta aquí, tan pronto como nos den noticias regresaremos a casa. -El rubio agregó, pero su madre negó con la cabeza.
-Estoy preocupada por la joven tanto como sé que tú lo estás. Lucy le ha tomado mucho aprecio y no deja de hablar de lo valiente que fue su padre al rescatarla del agua. Éste ha sido un suceso que ha impactado mucho en su vida. -Lissa le explicó a su hijo quien asintió en silencio con la cabeza.
-Lo sé, es por ello que no quiero que esto se convierta en un circo. Lucy debe entender que sólo la estamos ayudando un poco, pero tarde o temprano Rose tendrá que regresar con su familia, con su esposo, novio o hijos y en cuanto más rápido lo haga mejor. -Chris fue un poco crudo al decir aquello.
-Y lo entiendo, pero no puedes simplemente deshacerte de la chica y enviarla con desconocidos en el estado tan delicado en el que se encuentra. Personas mal intencionadas podrían causarle más daño. Ella estará a salvo con nosotros y cuando sea el momento de que regrese a casa, estoy completamente segura de que mi nieta lo entenderá. Ella es muy perspicaz, ya deberías saberlo. -Lissa lo miró fijamente mientras él metía sus manos en sus bolsillos y fruncía la frente.
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🌊 𝝝𝗖𝗘𝝠𝗡 𝗘𝗬𝗘𝗦 🌊
RomanceHace exactamente 5 años que una de las familias más reconocidas de España en el campo de la construcción había sufrido una ruptura irreparable que había dejado el corazón de Christopher Evans completamente despedazado. Con tan solo 28 años de edad y...