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CAP 47 DOMINGO

"Tómelo con calma y dele a su alma la oportunidad de ponerse al día con su cuerpo, de esto se tratan los domingos".

-Mami...

La voz llorosa y quebrada de Lucy interrumpió el pequeño abrazo que la abuela Rose y Charlotte estaban compartiendo hace un par de segundos mientras se acerca de a poquito para pegarse a su costado.

-Ohhh Lucy... Santa Lucía

La abuela Rose expresó enternecida y se separó de Lottie lo suficiente como para ver claramente a la pequeñita que se aferraba a la cintura de su nieta con gran temor.

-No sabes cuán afortunada me siento de haberme chocado contigo, tú me trajiste hasta mi niña, hasta mi nieta, Charlotte...

La abuela le explicó y le regaló una sonrisa amistosa que se borró tan pronto como notó los enormes ojos azules tan cristalinos de Lu más el puchero triste que se dibujó en sus labios.

-¿Qué pasa, cielo?

Charlotte frunció el ceño extrañada, se limpió las lágrimas, y bajó la cabeza para mirar a su pequeñita Lu, llevando sus brazos hasta ella para rodear su cuerpo tembloroso.

-Por favor, abuela Rose... No te lleves a mi mami...

Fue lo primero que Lu consiguió pronunciar en tono de súplica antes de que el nudo en su garganta se hiciese más grande para después soltarse en un llanto profundo y cargado de sentimiento. No necesitaba ser una genio para entender que aquella señora de edad era alguien importante en la vida de su mami y aunque muchas cosas habían cambiado, Lucy se había quedado con la idea de que Rosie o más bien Charlotte tendría que irse a su hogar cuando su familia apareciera y viniese por ella.

Para Lu ese momento era justo ahora y temió, temió perder a la única chica que había logrado ganarse su corazón y el de su papi. Rosie era su madre y le aterraba la idea de que su mami la abandona una vez más.

-No amor, no llores más o pondrás muy triste a mi...

Rosie le dijo con la voz estrangulada mientras sentía como el llanto tan melancólico de su hija le estrujaba el corazón. La rubia se separó por completo de su abuela y levantó en brazos a la pequeña para acurrucarla contra su pecho mientras ella se abrazaba a sus hombros y hundía su rostro en su cuello para derramar miles y miles de lágrimas.

-Ohh querida...

La abuela susurró apenada y entendió enseguida de que se trataba aquello. La niña creía que ella estaba ahí para separarlas.

-No te vayas, mami. No me dejes solita, seré buena, me portaré bien.

Lucy sollozó desesperada sin poder retener su llanto mientras Charlotte la arrullaba entre sus brazos para tranquilizarla y llenaba de besitos sus mejillas húmedas.

-Amor, no más lagrimitas... Mami no va ir a ningún lado, mi cielo y jamás podría abandonar a ti cuando te amo tanto. Nunca dejaría solita a ti.

Rosie le susurró con cariño para calmarla, pero la rubia estaba evidentemente afectada así que la abuela Rose se vio en la necesidad de intervenir mientras sus espectadores miraban en silencio aquella escena tan desgarradora y a la vez terriblemente tierna. Ni la abuela Lissa, Hank o Hope se sintieron con la suficiente autoridad o valentía como para intervenir. Aquel momento era tan intimo y especial que temían decir o hacer algo que pudiese arruinarlo.

-Por favor quédate conmigo, mami. -Lucy le dijo bajito aún sin parar de llorar.

-Mi cielo, estoy aquí contigo, debes tranquilizar poquito, por favor. La abuela Rose es persona muy buena y muy especial para mi. Yo la amo con toda alma mía y estoy muy segura que ella va quererte tantísimo como yo lo hago también... Ella es familia mía...