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CAP 55 FUERTES

"Nunca pierdas la esperanza. Las tormentas hacen a la gente más fuerte y nunca duran para siempre".

Odense, Isla de Fionia, Dinamarca
Un día antes de fin de año

-¿Hope Jensen?

La castaña se detuvo de golpe cuando un extraño hombre de traje gris la interceptó al salir del hospital aquella tarde del sábado. Había tenido un día terrible después de que la abuela Rose le llamara por teléfono para decirle que tanto Hank como su nieta seguían sin despertar debido al accidente automovilístico que había sufrido y que la pequeña Lucy la estaba pasando muy mal.

Deseaba tanto poder ir con ellos para ayudar en todo lo que pudiese, pero desafortunadamente y para su mala suerte su pasaporte estaba a días de expirar. No tenía dinero para renovarlo y apenas y lograría completar los gastos de su semana. Necesitaba con urgencia hacer horas extras en el hospital para recuperarse y juntar para un boleto de avión que la llevara de regreso a España.

-Si...

Hope susurró extrañada, frunció el ceño y retrocedió cuando un segundo hombre llegó hasta ellos. Fue justo ahí cuando un mal presentimiento la atemorizo.

-Soy el detective Coulson... Arréstenla muchachos...

El hombre dio la orden y las mejillas de Hope perdieron por completo su color cuando dos sujetos la sujetaron de las manos y con agilidad la esposaron para retenerla.

-¿De que se me acusa? No he hecho nada malo, detective... -Hope forcejeó mientras sus ojos se aguaban y las personas fuera del hospital la miraban con un poco de pena.

-Se le acusa por la desaparición de la señora Rose Johansson, mujer que usted tuvo escondida en su apartamento por meses.

Coulson le dijo sin tantos rodeos para después darle la orden a sus muchachos de que la subieran al auto. Aún los esperaba un largo viaje hasta Copenhague.

-Se equivocan, están equivocados... Tengo derecho a hacer una llamada, a tener un abogado... ¡Yo no he hecho absolutamente nada de lo que se me acusa!

Hope discutió con ellos entre lágrimas de angustia, pero fue imposible que no la subieran al auto. Eran unos incompetentes.

-Eso es lo que todos dicen, podrá hacer su llamada en cuanto lleguemos a la estación de policía de la capital. -Coulson le aclaró y sin esperar una respuesta encendió el auto para iniciar su viaje.

-¿Que? ¿La capital? ¡No pueden sacarme de la ciudad! Están violando todos mis derechos, pondré una demanda contra su departamento...

Hope gruñó desde el asiento trasero, pero ninguno de los gorilas que iban con ella respondieron. Solo esperaba que todo fuese un mal entendido y que pronto todo se aclarara, lo que Hope desconocía es que su casa ya había sido registrada y que al llegar a la estación de policía le esperaban largas horas de interrogatorio.

A la policía le había extrañado mucho que la joven regresara a la ciudad sin la anciana y eso en definitiva los hizo creer que Hope la había despachado en su viaje. Siendo doctora, la creían capaz hasta de haber vendido a la señora en algún mercado negro de órganos. Si, estúpido, pero la policía solía tener una imaginación bastante siniestra y torpe.