"Uno de los mayores remordimientos en la vida es ser lo que otros quieren que seas, en lugar de ser tú mismo. No lo hagas, confía en ti y en lo que dicta tu corazón".
-¿Cuánto más durará esto, Lu? -Chris entró angustiado a la habitación de Rose.
-Tia Liz dijo que entre 3 y 5 días. -Lucy respondió mientras acomodaba la almohada donde Rose reposaba su pierna.
-Dios, hoy es jueves... Uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis... ¡6 días! ¿Deberíamos llevarla al hospital? -Chris soltó aún más preocupado, hace tanto que no pasaba por algo como eso.
-De cualquier forma, Mañana debemos ir al hospital. No olvides que el doctor Tom llamó esta mañana para confirmar la cita de Rose. -Lucy le recordó a su padre para después montarse en la cama y recostarse junto a la rubia.
-¿Doctor Tom? -Rose preguntó y Chris hizo una mueca inconsciente de puro desagrado.
-Si, Rose. Mañana será la última vez que pisemos ese horrible hospital. -Evans respondió con una mala cara tan obvia que fue imposible que ambas rubias rieran.
-Papi, creo que ya deberías comenzar. -Lu miró la compresa tibia que su padre sostenía en su mano. Ambos habían investigado en internet y habían encontrado un remedio casero para los dolores debido al periodo.
-Hmmm si, si... Ya voy... -Chris se concentró en lo que debía hacer para después colocar la compresa tibia sobre el vientre de Rose.
-Tibio... -Rose se estiró un poco en su lugar y soltó un profundo suspiro de alivio. Aquello se sentía bien.
-Te sentirás mejor en pocos minutos, Rosie. -Lucy se abrazó a la rubia y recargó su cabeza en su hombro con cariño mientras ella rodeaba su pequeño cuerpecito para corresponder su muestra de afecto.
-Bien, eso fue muy sencillo.
Chris se puso de pie para ir por una manta para cubrir a ambas mujeres que se veían demasiado cómodas y terriblemente tiernas acurrucadas sobre la cama con sus pijamas de caballitos de mar a juego. Shorts y camisetas de algodón.
-Papi, ¿puedo dormir con Rose esta noche? Por favor. -Lucy hizo un puchero gracioso mientras se abrazaba más fuerte al cuerpo de la rubia.
-Amor... No creo que sea buena idea. Podrías golpear su pierna. -Chris se cruzó de brazos junto al closet y las miró con duda.
-Papi, por favor. Lucy quedar con Rose.
Fue esta vez Rose quien suplicó, provocando que el hombre abriera la boca con sorpresa. ¿A caso esas dos rubias tenían alguna clase de don para conspirar en su contra? Cómplices, si, eso era lo que eran. Unas muy traviesas por cierto.
-No es justo que ambas me miren con esos enorme ojos de cachorrito... -Chris las miró con desaprobación para después negar con la cabeza y echarse a reír.
Parecía que incluso Frank se estaba uniendo también a aquella pijamada ya que al entrar a la habitación no dudó en montarse a la cama y acurrucarse junto a la pierna de Rose.
-¡Por favor papi! -Lucy chilló con un enorme puchero dibujado en su boca.
-Papi quedar aquí. -Rose sonrió bastante animada.
-¡Si! Es una excelente idea, Rose. Anda papi, hay mucho espacio en la cama. Por favor. Lucy suplicó y el rubio no pudo evitar entre cerrar sus ojos. Su hija tenía una mente muy intrépida y maquiavélica...
-¿Por qué no ven una película mientras yo voy a atender algunos asuntos de trabajo? -Chirs evadió aquella proposición, y caminó hasta la cama para cubrirlas con una suave y delgada manta azul.

ESTÁS LEYENDO
🌊 𝝝𝗖𝗘𝝠𝗡 𝗘𝗬𝗘𝗦 🌊
RomanceHace exactamente 5 años que una de las familias más reconocidas de España en el campo de la construcción había sufrido una ruptura irreparable que había dejado el corazón de Christopher Evans completamente despedazado. Con tan solo 28 años de edad y...