Hace exactamente 5 años que una de las familias más reconocidas de España en el campo de la construcción había sufrido una ruptura irreparable que había dejado el corazón de Christopher Evans completamente despedazado. Con tan solo 28 años de edad y...
"Ninguna fiesta es divertida a menos que esté llena de locuras".
Lissa Evans observó aquella graciosa escena en silencio mientras aguardaba por el momento indicado para intervenir, para después enviar a Lucy con sus amigos a la terraza y así no tuviesen que ver aquel enfrentamiento tan infantil. Confiaba en que Jennie podría entretenerlos un par de minutos mientras Liz se reunía con ella.
La mujer regresó sus ojos azules al grupito de la entrada para seguir escrutándolos. Conocía perfectamente bien a su hija y reconocía el interés que Tom Hidd mostraba tan bien por Rose, quien se abrazaba al costado de su hijo Chris con un gran cariño que no podía pasar desapercibido para nadie. Y menos cuando él la sostenía de la cintura con tanta posesión, si no lo conociera habría pensado que había criado a un completo cavernícola de las cavernas como hijo.
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-Lo siento, yo olvidé comprar un obsequio para ti, Liz... -Tom se avergonzó muchísimo cuando Elizabeth fue hasta él con un enorme rostro cargado de energía que se opacó después de escuchar su tonta excusa.
La verdad era que a Liz no le importaba el obsequio ya que había mentido para tener la excusa perfecta de llevar al hombre hasta su fiesta y de ser el centro de atención, pero de nada había servido ya que el doctorcito, a como Chris le llamaba, ni siquiera se había molestado en dedicarle una mirada de interés.
Los hombres eran unos imbéciles.
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-Ohh... Bueno, supongo que después puedes invitarme un café.
Liz se encogió de hombros mientras Chris lo miraba rabioso y Rose observaba como las facciones de su amiga, casi hermana, se habían entristecido. Ella sabía que lo único que quería tener era un chico bueno a su lado que pudiese provocarle maripositas tal y como ella sentía al estar con su hermano, Chris.
-Claro que si. Podríamos llevar a Rose con nosotros y pasar un rato agradable...
Tom respondió rápidamente para luego mirar al verdadero motivo que lo había llevado hasta ahí. La bella Rose, pero antes de que siquiera pudiese abrir la boca para agregar algo menos agresivo, Liz tomó a Rosie de la mano y se la llevó del living para alejarse de esos dos idiotas.
