Camino por las calles de Los ángeles, una ciudad plagada de rascacielos, la gente transita como de costumbre con su manera habitual de superioridad, este lugar es demasiado pecado para llamarse "ángeles", aunque comparado con Las vegas, este último si es el mismísimo infierno.
El cielo oscuro está despejado, el viento juega con mi lacio cabello mientras camino con perfecta sintonía en mis altos tacones, miro a mi alrededor con los oscuros lentes que traigo, sonrío de lado cada que un idiota embobado me mira, hombres... solo ven un culo o tetas perfectas y es suficiente para que quieran follar.
Entro a una cafetería sentándome de manera casual a la vez que saco mi iPhone para revisar si hay algo de bueno o algún mensaje de las locas de mis amigas, mejor dicho, de mis casi hermanas.
- ¿Qué va a ordenar?
- Un americano, por favor – la joven anota y se retira con una sonrisa.
No demoran en traer mi orden, miro el fondo de pantalla de mi celular, sonrío por inercia al recordar el último operativo que hicimos juntas, un mes de vacaciones como recompensa nos ha venido bien, dejo a un lado el equipo hasta que cruzo la mirada con un hombre de la siguiente mesa, le doy un sorbo al café sin dejar de mirarle, hasta...
- Hola – bingo, iba a venir de todos modos.
- No tengo novio, tampoco quiero uno, no busco compañía, no me interesa conocerte y mucho menos te voy a dar mi número de celular, pero si es para follar, con gusto acepto, fuera de eso, nada – sonríe muy divertido al ser muy directa.
- Que directa – le doy otro trago a mi café y mi celular suena.
Tomo el móvil al ver el nombre de la agente Mills, conocida en la central como la italiana, debido a que es la sobreviviente de la mafia que la secuestró, eso a ella no le gusta y ya muchos se han ganado más de un golpe por eso.
Pero a diferencia del resto, yo y algunos cercanos nos encanta decirle fénix.
- Dime, italiana – la molesto escuchando como suelta un bufido, el idiota al frente me mira y procedo a levantarme hasta que me detiene y eso no me gusta – mira, cariño, mejor suéltame que te vas a meter en problemas – hablo cubriendo la salida del audio.
- Hay que pasarla bien y luego puedes irte.
- Tengo cosas mejores que hacer – me zafo y este estúpido terco no me deja – dame un minuto – le hablo a Sasha para luego traer al tipo de fuerza hacia mí estampado su cara a la mesa mientras su muñeca es doblada de forma anormal escuchando sus quejidos de dolor – cariño, no es no – le hablo al oído procediéndome a retirar con varias miradas sobre mí, no los culpo, este cuerpo no es fácil de tener, he estado en SEILD desde los doce años.
>> Ahora sí – le hablo a mi amiga.
- Espero que no le hayas roto la cara, capitana Collins – bufo – o la muñeca.
- Apenas y fue un poquito y el muy marica ya estaba quejándose – me excuso mientras tomo un taxi rumbo al hotel.
- Jared no se quejaría – mi semblante cambia al mencionar a su hermano.
- Sé a dónde va eso, Sasha, déjame disfrutar mis vacaciones, es una orden de tu superior – la escucho reír, ella siempre con esa sonrisa que contagia y la cara de angelito que se trae la ayuda, si supieran que tiene un puto demonio dentro.
- Pues las vacaciones se terminaron capitana Collins ¿no leíste el mensaje que llegó de la central de Londres?
- ¡Carajo! y yo que quería follar esta noche – el conductor me mira por el retrovisor y me limito a darle una sonrisa divertida – el lado bueno, pues obviamente vamos a volver a vernos, supongo que Alexia ya debe estar follando con su novio, me imagino su cara cuando sepa que sus lindas follavacaciones se terminaron – vuelve a reír la muy perra – tú no te escapas que el general debe darte como caja todas las noches.
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Fénix Italiana © (2) / [+21] ✔
RomanceHa pasado más de un año, nuevos amores, nuevos amigos, nueva vida, la agente Mills Russell, una de las mejores agentes en SEILD, dada por muerta el día de su rescate, pero el pasado siempre acecha y el de ella viene junto a un operativo que le hará...