CAPÍTULO 14

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Maratón 3/3

SASHA

Llego a la sala donde mis amigas siguen en karaoke mirando a la pantalla, paso de largo a la cocina para hidratarme un poco mientras uno de los escoltas de Jabes baja la pequeña maleta que alisté, Iris y Alexia se detienen al verme mientras me dan sonrisas divertidas, saben que voy a pasar el fin de semana con Jabes.

- Por favor, no quiero ser tía tan joven – le lanzo un cojín y las tres empezamos a reír.

- Me hice revisar el anticonceptivo, no molesten – me defiendo.

- No es cien por ciento efectivo – comenta con una sonrisa Iris.

- Solo por un cero punto tres por ciento, es mi hermano, ¿qué esperabas?

- Por si las dudas, metí una caja de preservativos en tu maleta – abro ligeramente la boca toda indignada – oh vamos, bien que sabemos vas a tener las hormonas por los aires – le lanzo una pantufla y se esconde tras Iris.

- Cállense – ambas se acercan empujándome hacia la salida.

- Ten un placentero fin de semana – habla Alexia.

- ¿Y cómo no? si es con un hombre bien candente y más bueno que los de calvin klein – empiezo a reír por lo que dijo Iris.

- No te diviertas tanto, que te necesito despierta para Berlín – me cierra la puerta en la cara sin dejar que diga nada.

Salgo del edificio subiendo en el Lamborghini, Jabes me devuelve la sonrisa mientras enciende el motor y empieza a ponerse en marcha.

Me aseguro con el cinturón de seguridad mientras enciendo música para el camino, observo por el retrovisor como sus escoltas nos siguen, Jabes lo odia, pero tampoco es que pueda refutar a Valdus.

- ¿A dónde vamos?

- Eres una preguntona.

- Lo sé – le hago sonreír mientras su vista está puesta en la carretera.

En el camino me quedo dormida, no sé cuánto pasa, pero siento que me acarician el rostro con delicadeza mientras abro los ojos poco a poco encontrando a Jabes con la puerta abierta de mi lado, le sonrío como toda recién despertada.

- Ya llegamos.

- ¿Cuánto dormí?

- Una hora aproximadamente – me ayuda a bajar del auto mientras veo la hermosa casa frente a mí, parece que la misma realeza viviera dentro.

Miro a mi alrededor a pesar de que ya es de noche, sintiendo que es un lugar muy tranquilo y  bello, ambos entramos a la casa dándome cuenta que solo estamos nosotros dos en tan grande lugar.

- ¿Solo los dos? - pregunto.

- No, olvidé a uno en la maletera – ruedo los ojos mientras sonrío.

- Que sarcasmo, general – me atrae a él por la cintura juntando su boca con la mía.

Lo atraigo del cabello haciendo el beso más apasionado e impaciente mientras me incita a rodear las piernas a sus caderas y así lo hago.

Camina conmigo sin dejar de besarme hasta que mi espalda choca con la puerta de alguna habitación, busco el pomo con mi mano y lo giro logrando que entremos.

Jabes me lanza a la cama mientras lo veo desvestirse a la vez que yo me quito el polo que traigo, se sitúa sobre mí empezando intensificar el beso prendiéndome en seguida y en todos los lugares posibles.

Me quita el sujetador empezando a succionar y lamer lo que él quiere mientras desabrocha el botón de mis vaqueros y me los quita de golpe junto a las bragas haciéndome reír en el proceso.

Fénix Italiana © (2) / [+21]  ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora