CAPÍTULO 57

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EVIE

El doctor me trata las heridas mientras observo a Kane hablando por celular y aparto al médico mientras desde hace media hora estoy diciendo que estoy bien. Si no fuera por esa maldita rubia el puto ruso estuviera muerto, la perra esa se me vuelve a cruzar en mi camino y no la cuenta.

- Ryan se comunicó conmigo — ingresa Arella mientras Kane corta su llamada — ¿adivinen quién es la melliza Ivanova? — la miro esperando a que continúe — la rubia que estaba junto a la dama rusa.

- ¿Qué? — frunzo el ceño — ¿mi hermana estuvo ahí? — miro hacia Kane — lo sabías, sabías que la pequeña Russell estaba ahí y me mandaste a dar la orden de la explosión.

- No es como si me importara la perra de tu hermana — las puertas se abren ingresando la madre de Kane — te recuerdo que a la dama rusa la quiero muerta.

- Me la crucé en el camino — habla Arella — pero la maldita rubia que ahora sé es la melliza Ivanova se interpuso entre su muerte y ella, al parecer la princesa rusa está buscando morir antes de su boda.

- Así que esa mocosa es el tesoro de los Ivanov — comento mientras sonrío de lado.

- Tengo cosas que hacer — habla Arella mientras su expresión de tristeza es tan divertida, a mí no me importa los estúpidos sentimientos de las personas — quiero a los malditos rusos muertos, sobre todo al que tiró del gatillo — los ojos se le cristalizan y se retira seguida del médico mientras el recuerdo del cuerpo inerte de Dalan se me viene a la mente.

- La quieren a ella — habla la mamá de Kane en mi dirección — ¿y cómo mierda es que ese niño es tu hijo? — se dirige a Kane — ¿sabes lo que estás provocando? Ella es una Russell.

- Ella es una Blewitt — refuta el papá de mi hijo y sonrío hacia la pelirroja — no tienes idea cuánto esperé por arrebatarle su patético apellido — ruedo los ojos — la tocan, se joden, ¿así o más claro?

- Mami — la puerta se abre mientras mi hijo ingresa sobándose sus ojitos — tengo mielo — me apresuro a él hasta quedar a su altura — hay hombes malos, y mucho colol lojo — el labio inferior le tiembla y lo alzo entre mis brazos mientras recuesto su cabecita en la curvatura de mi cuello.

- No es nada, cielo — lo paseo, cruzo miradas con Kane y su madre mira a mi hijo como si lo detallara.

- ¿Puelo dolmil con utedes? — Kane se acerca quitándome a Daryll de mis brazos y le toca su frentesita.

- Bien, pero no vale llorar — le habla mientras pienso en que esto no me puede afectar, Daryll tiene que ser fuerte, por las buenas o las malas, pero no me lo van a dañar, no mientras esté yo para protegerlo.

- Daryll — escucho a Rayzel y mi hijo la mira mientras Kane y yo la miramos advirtiéndole que le hace algo, y se muere.

- Hola — saluda mi hijo con su manita — ¿quién es papi?

- Es la mamá de papá — hablo mientras le acomodo su cabello.

Baja a Daryll de sus brazos y él corre hasta la mamá de Kane que se agacha a su altura mientras le habla, bajo la mirada pensado en las pesadillas de mi hijo.

- Oye, extraña — elevo la mirada a Kane al escucharlo — va a estar bien.

- Tiene pesadillas — susurro entre dientes — vio a Dalan muerto, Kane, no quiero...

- Ey — me acaricia un lado del rostro — Daryll no es un niño cualquiera, es nuestro hijo, y nuestro hijo es...

- Valiente — termino por él — es un Blewitt Mills.

Fénix Italiana © (2) / [+21]  ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora