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CAPÍTULO 45

EGAN

La cabeza me martillea a mil, el cuerpo se me hace tan pesado como si una maldita roca tuviera encima, ejerzo puños con mis manos sintiendo la debilidad que pasa de a pocos, abro la boca ligeramente mientras empiezo a respirar de forma neutral hasta que me levanto de golpe quitándome la mierda que Domenico debió ponerme y termino por calzarme los zapatos.

Miro en la habitación buscando algún tipo de rastro que me diga qué hora y día es, lo último que recuerdo es el impacto de un misil y...

Ella...

Salgo con prisa tecleando los códigos de seguridad que hace abrir las puertas de cada área, el enojo mezclado con alguna rara sensación entra por mis poros y no puedo sacar de mi cabeza la imagen inconsciente de ella, no tengo ni la menor idea de quién mierda mandó ese puto misil que volvió a hacer que la perdiera.

Domenico junto a Ernesto al verme se levantan alejándose de la mesa de mármol, observo la laptop y reviso la fecha y la hora provocando que tense la mandíbula mientras cierro los ojos con fuerza hasta que tiro todo lo de la mesa con una rabia profunda.

- Ey — miro a Ernesto — solo estuviste dieciocho horas inconsciente.

- ¡Dieciocho horas qué no sé dónde está! — paso por su lado con el enojo acumulado — ¿quién mierda mandó ese misil? ¿cuántos perdimos? — se miran entre ellos — ¡contéstame!

- Jefe, necesita des... — tomo el arma sobre la mesa haciendo que se calle enseguida — bien, solo cálmate — eso es lo que no puedo.

- Sabías bien las consecuencias de pisar territorio enemigo — empieza Ernesto — todos lo sabíamos y aun así lo hicimos, el jet dónde íbamos a transportarte explotó en mil pedazos, salimos de Rusia a penas con vida, Valentina estuvo mal herida, el dark y Alessandro no tienen daños graves, Fabio está dentro de una de las habitaciones recuperándose y sin él no vamos a poder hacer nada, perdimos aproximadamente la mitad de los que llevamos entre la gente de 'Ndrangheta y los nuestros.

- ¿Cómo mierda no detectó el misil?

- No lo sé — responde — al parecer el zar se metió en líos con los irlandeses, estuve investigando y el Boss fue quien mandó ese misil que casi nos mata a todos, sin embargo, debió haber alguien infiltrado dentro que le pasó las coordenadas, tengo entendido Lucca Ivanov mató a la mujer del Boss irlandés, se las va a cobrar tarde o temprano.

- Espero que se maten entre ellos — mascullo entre dientes.

- No creo que quieras eso — frunzo el ceño — ¿sabes quién es la futura dama rusa? — cruza miradas con Domenico — Sasha — tenso la mandíbula mientras el cuerpo se me calienta — Egan...

- ¿Lindas noticias? ¿cierto? — comenta el pelinegro — pero yo tengo una buena — lo miro esperando que siga — ¿adivina qué traidor se encuentra en las mazmorras? — voy a matarlo...

- Quiero la ubicación de ella de inmediato — demando hacia Ernesto empezando a salir del laboratorio escuchando que me sigue el paso, salgo por la chimenea y lo estampo a la pared con la furia cargada — ¡te dije que buscaras su ubicación de inmediato no que pierdas el tiempo en seguirme!

- ¡Se me haría más fácil si Fabio no estuviera inconsciente!

- ¡Entonces despiértalo! — lo suelto de golpe y salgo del lugar.

Avanzo por los exteriores de la casa dirigiéndome hacia las mazmorras, Dominic nunca debió ni siquiera pensar en traicionarme, si la cagna de Irina sufrió hasta que Sasha decidió matarla, él la va a pasar peor, porque no me olvido y nunca lo voy a hacer el día que la encontré en Sicilia, menos lo que Lucca Ivanov le hizo y yo no pude hacer nada.