CAPÍTULO 13

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Maratón 2/3

SASHA

Llego al área médica siendo saludada por varios agentes médicos y otros con rangos superiores, les devuelvo el gesto de forma amable dirigiéndome al consultorio del doc, paso de largo cerrando la puerta de mala gana hasta sentarme frente a él mirando los papeles en los que estaba ocupado.

Llevo varios días fingiendo y no hay cuándo mierda diga de una vez que mi amnesia es indefinida, incluso hasta quiero decirle a Jared que me cambie de doc, pero no voy a negarlo, este si es bueno en su trabajo.

- Por favor, sin rodeos, de frente al punto – hablo de mala gana haciendo sonreír al doc.

- Eso depende de ti, Sasha – osh —¿duermes mejor? – esto va a estar para largo.

- Sí, soñé que nadaba – no es cierto, era una isla – había unicornios volando – eran hombres armados.

Veo al doc escucharme atento mientras contengo la risa.

>> Y tenían dos pares de alas – llevaban tatuajes que no recuerdo – sus voces eran sumamente delicadas y suaves – eran varoniles y con autoridad – el color de su pelaje era brilloso – había un rubio y un pelinegro – sus ojos brillaban con tanto sol – eran azules profundos... — y se murieron – termino con una sonrisa hasta que termino por soltar una pequeña risa que le hace elevar su mirada de su cuaderno a mí.

- ¿Estas mintiendo cierto? – ay doc, si supiera.

- Obviamente no soñé eso, doc, tuve un simple sueño ligero, ¿ya me puedo ir? – ríe negando con la cabeza – es divertido, admítalo.

- Tus ocurrencias son cada vez más raras – me encojo de hombros – bien, ya sabes que hacer – sí, esta es la parte difícil, me hace dormir, o lo que sea se llame lo que hace.

- En realidad el trabajo planteado o mejor dicho, su blanco, es hacerme recordar, diría que por las buenas o por las malas, pero no aplica lo segundo en este caso – me mira como si analizara mis palabras, sí doc, no soy estúpida – hizo un buen trabajo durante un año y tantos días antes de que me cambiaran de terapeuta, se lo agradezco – he mejorado bastante – no recuerdo, no puedo, no sé si quiera, no hay nada, todo está en blanco, es más, hasta yo creo que nunca voy a poder hacerlo – hablo calmada, no quiero que se asuste y yo tampoco quiero salirme de control y terminen por llamarme loca – me diste de alta unos días antes de que me cambiaran de médico, lo investigué, como lo dijiste en tu reporte, quizá no esté a un cien por ciento mejorada, pero con el ochenta me basta para seguir mi vida normal.

- Es ilegal lo que has hecho, solo superiores pueden acceder a esos informes – sonrío como niña traviesa.

- Mi hermano es un superior.

- Lo sé, ya deducía cómo has entrado a la plataforma.

- Debería dejarme de una vez, siento que mientras más presión me hacen por recodar, menos quiero hacerlo, es mejor dejar que solo pase.

- ¿Te sientes presionada?

- Sí, porque cada que me hace dormir no me gusta, lo odio y sé que solo hace su trabajo, pero por mí el juez puede irse a la mismísima mierda, no recuerdo, no puedo, pues que se aguante porque mi mente no es un juego que van a estar manipulando – me callo unos segundos – solo quiero irme, no es que lo odie, pero ya me jode venir acá – desde que desperté del coma me la he pasado sesión por sesión.

- Ya has...

- Llevamos semanas y no hay nada – interrumpo – ¿o me equivoco? – no hay nada porque fingía, pero eso es poco irrelevante, solo quiero irme – sabe tanto como yo que, no puedo, cuando lo haga va a ser el primero en enterarse, no sé qué mierda me habrán hecho en todo el tiempo de cautiverio, pero tampoco quiero recordarlo – mis ojos se cristalizan

Fénix Italiana © (2) / [+21]  ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora