Capítulo 70

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Esas dos horas me parecieron más largas que todo lo que llevaba de vida, no había soltado la mano de Zulema y estábamos calladas, simplemente mirándonos a los ojos, queriéndonos decir que todo estaría bien, pero sin pronunciar palabra alguna.

El corazón me dio un vuelco al ver como se abría la puerta de la habitación, sentí también el sobresalto de Macarena y ambas, apretándonos la mano quedamos a la expectativa de las palabras del doctor.


- Te dije que no era buena idea meternos con esa gente Helena, teníamos dinero suficiente, pero no, tú tenías que llegar cerca del nivel de tu Zulema... y... ¿Para qué? Esa mujer no se despega de su esposa, y por como la he visto con ella no tienes ninguna posibilidad. Lo que sí es que ya cayó Sandoval, si él cuenta a qué se han dedicado en estos últimos años no van a tardar en venir por ti -.

- De verdad Tamara cállate, no estoy ahora para eso... debemos salir del país cuanto antes, así que no me reclames que tú también te has llevado tus buenos pellizcos -.

- Sí, pero jamás firmé nada ni puse mi empresa para que ellos lavasen el dinero, así que yo no tengo nada que temer. En cuanto a lo de irte del país, me parece una locura... ¿Piensas pasar toda tu vida huyendo? -.

- ¡Y qué quieres que haga! ¿Me quedo esperando a que me detengan o qué? -.

- Si me aceptas un consejo, yo iría a la policía, confesaría y ayudaría con el caso del tráfico de armas. No tienes antecedentes, además te han estado coaccionando para que lavaras su dinero, podrías salir en poco tiempo, incluso ni llegar a pisar la cárcel -.

- ¿Tú crees? No sé Tamy... -.

- Búscate un buen abogado y olvida esa idea loca de vivir huyendo, ahí sí es que te van a caer los cargos uno detrás de otro -.

- Llevas razón amiga... voy a llamar a mi padre, él sabrá decirme que abogado puede ayudarme -.


- Joder Rizos... la reina mora no puede perder el niño, no lo superará – dije al borde del llanto.

- Tranquila Saray, debemos confiar en que van a estar bien los tres, Macarena tampoco aguantaría ese golpe -.

- Tienen que estarlo, ese par de tóxicas se necesitan a la una a la otra hasta para respirar -.

- Jajajaja Saray... ¿Cómo que tóxicas? – dije en medio de las risas.

- ¿No las ves? ¿No has visto qué no se despegan desde que se conocieron? -.

- ¿Y por eso son tóxicas? Jajaja -.

- Por eso, y porque se cargan unos celos, que ni el nivel experto del Call of Duty -.

- Jajajaja pero que cosas tienes -.

- Sí, sí, tú ríete, pero a la que le iban a cortar la cabeza por mirar a la rubia era a ti – le dije pícaramente.

- No sería para tanto – dije un poco acongojada.

- Jajajaja que no dice, que va solo te iban a despedir después de partirte la cara jajajaja -.

- En serio – dije incrédula.

- Totalmente morenita -.

- Pues sí que es tóxica la jefa jajaja -.

- La rubia no se queda atrás jajaja -.

- Literal, Zulema no volverá a ir sola a una reunión jajaja -.

- Ay nuestras toxis.... Deben salir adelante con bien, son intensas pero ambas se merecen la felicidad -.

- En eso llevas razón gitana, deben ser felices -.


- ¿Qué has podido conseguir en estas dos horas? -.

- El ejército y la policía de Abu Dabi trabajará con nosotros -.

- ¿Y la interpol? -.

- Estamos a la espera de confirmación señor -.

- El tiempo es oro y esos hijos de puta no pueden enterarse de lo de Sandoval, si consiguen viajar, jamás los encontraremos -.

- No se preocupe, conseguimos comunicarnos con la madre de Zulema Zahir desde el móvil de Sandoval, ella cree que el plan ha salido según lo previsto -.

- Excelente, debemos pillarlos con la guardia baja -.


El médico terminó de entrar en la habitación, se puso a los pies de la cama y se dirigió a nosotras – Señoras guarden la calma, sé que la situación es complicada pero es importante que guarden la cordura -.

- Doctor por favor, dígame como está mi esposa y nuestro hijo – dije sin poder evitar que las lágrimas bajasen sin control por mi rostro. La di un beso en la frente a Zulema, que se acurrucó contra mí, preparándonos para las palabras que podían ser nuestra felicidad o nuestra peor desgracia.

El médico carraspeó y se dispuso a hablar – Señoras el bebé no... -.


Antes que nada pedir disculpas por haber tardado tanto en escribir, pero tengo un trabajo muy complicado ahora mismo, el cual me quita mucho tiempo. Espero como siempre que os guste, gracias por vuestros comentarios y favs!❤❤

Mañana será el final de esta increíble historia, espero poder seguir la de Entre rejas contigo 😉

Zurena - TóxicaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora