- A ver Zule... tampoco es algo así como malo por lo que te decimos escorpión, solo que eras una rompecorazones en la facultad, y a toda la que picabas se quedaba prendada de ti. Lo va a entender, eres guapísima, cuerpazo y con un misticismo que lo flipas... vamos que porque eres mi hermana que si no... jajajaja -.
- Yo no tenía la culpa de ligar tanto ni siquiera lo intentaba y sabes que nunca he sido lo que se dice simpática -.
- Pues... las tenías y las tienes a todas locas si no mira la rubia... se muere por ti... que sigo sin saber lo que te ha visto – le saqué la lengua -.
- Yo tampoco lo sé – aparté el flequillo de su frente, le di un beso suave y la acomodé mejor contra mi cuerpo – Solo puedo decirte que quiero todo con ella... casarme, tener hijos... todo -.
- Nunca pensé verte enamorada y no sabes cuanto me alegro de que sea así y de que ella te haga tan feliz -.
- Me hace muy feliz gitana... nunca me había sentido así. Ahora para estar completa solo necesito liberar a mi hermana de mi madre, quiere casarla con Hanbal -.
- ¿Con ese hijo de puta? Además es casi una niña, que puede tener ahora Alicia, ¿20 años? -.
- Sí, acaba de cumplir de 20. Mi rubia se ha ofrecido a ayudarme y junto con Sole debemos planear algo para que salga de Abu Dabi, ya sabes que yo no puedo volver allí -.
- Cuenta conmigo, además me muero por ver a la princesa mora... si no recuerdo mal, era una copia tuya -.
- Sole me enseñó una foto del día de su cumpleaños hace un mes... y sí... es clavada a mí, solo que con el pelo castaño, ojos marrones y 17 años menos -.
- Vamos, todo un bombón -.
- Oye... - miré a la gitana algo seria.
- Era broma reina mora, sabes que me gustan un poco más criaditas. Aunque bueno, tú no puedes decirme nada, estás con una bebé -.
- No creas que no he pensado en ello – me sentí un poco mal – en que es demasiado joven para mí -.
- Zulema que lo he dicho en plan coña, joder. No para hacerte sentir mal -.
- Lo sé gitana, nunca le he preguntado la edad pero por los estudios que tiene tendrá unos 25-26 años... vamos que le saco 11-12 años. Así que no soy nadie para decirte nada de Alicia, le sacas 13 años, casi los mismos que yo a mi rubia -.
- Nunca me fijaría en tu hermana Zule, primero, porque es una copia tuya y sería raro y, segundo, porque la querría como una hermana pequeña. Y no te rayes con lo de la puta edad, sí lo sé no te digo nada -.
Iba a contestar pero Macarena se empezó a remover en mis brazos, abrió sus ojitos despacio y me miró a los ojos - ¿Estás un poco mejor? – me asintió y me besó en la boca sin esperarlo de una manera muy dulce.
Al ver como la rubia se empezó a comer a besos a mi reina mora, me quité de en frente de ellas y me puse en los asientos que daban la espalda para darles intimidad.
Había escuchado la última parte de la conversación y su preocupación por la edad, me separé de sus labios dejando pequeños piquitos y le dije – Cumplo 28 años el 12 de septiembre, ósea, en dos semanas. Y tú cumpliste 37 en junio, así que solo nos llevamos 9 años. Amor, la edad solo es un número... lo importante es lo que nos hacemos sentir. Además, Fabio es mayor que tú, tiene 41. Solo he tenido dos novios y los dos han sido mayores, quizás porque siempre he sido demasiado madura para los de mi edad. Y... mi cosita hermosa... pareces más joven que yo – volví a besarla con mucha pasión, metí mis manos dentro de su camisa para acariciar su cadera y sentí como me apretaba el culo con una de sus manos.
Cuando rompimos el beso me acerqué a su oído y le susurré – Si me sigues besando así, te llevaré al baño y todo el avión se va a enterar de que te estoy haciendo el amor -. La miré con mucho deseo y la apreté un poco contra mí al notar como se ruborizaba.
- Lo... lo siento... solo quería besarte – intenté bajarme de encima suya, creía que la estaba haciendo sentir mal.
- A ver princesa... que no era un reclamo... me encantan tus besos y tus caricias, solo te lo he dicho para que sepas que me pones a mil con solo mirarme. No es culpa tuya ser tan guapa, bonita, preciosa, perfecta, sexy... en fin, se me acabarían los adjetivos para describirte – besé su frente. – Y ahora sigue con esos besos hermosos, prometo aguantarme a llegar a casa para tenerte entre mis brazos – le sonreí con sinceridad y me dejé besar por ella.
Al escuchar sus palabras no podía sentirme más feliz, creo que nunca había causado tal nivel de deseo en nadie, y me sentía cuanto menos alagada. Seguí besándola con mucha ternura, sin profundizar para no calentar la situación y acabar de verdad en el baño. Al fin llegamos a Madrid y Zulema insistía en llevarme al médico – Amor... ya no tengo fiebre. Habrá sido a causa del frío de anoche, ya estoy perfecta -.
- Insisto en que te debería ver un médico -.
- Eres cabezota a más no poder eh – dije un poco indignada.
- Por lo que veo no más que tú – dije empezando a enfadarme.
- No voy a ir a ningún médico – me crucé de brazos.
- Ya te digo yo que sí – llegamos a la puerta de la clínica, peleé un poco con ella para sacarla del coche, la cargué como un saco de patatas y entramos por la puerta.
- Zahir suéltame, me estoy enfadando -.
- Mejor, me pones mucho cuando te enfadas, así toda rojita – llegué al mostrador y ante la mirada atónita de la enfermera, expliqué la situación – Mi mujer se ha levantado con fiebre, malestar y casi sin voz. Iba a llevarla al médico, pero debíamos viajar. Dice que está mejor y es algo testaruda, así que le he tenido que traer un poco obligada. ¿Algún problema para atenderla? -.
- Cla... Claro que no Señorita Zahir, faltaría más. Venga, déjela en esta camilla y enseguida entrará para que el doctor la revise -.
Aquí os dejo un nuevo capítulo! Espero que os guste!
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Zurena - Tóxica
RomanceDos almas rotas unidas por el destino, una necesidad de sanar que lleva casi a la obsesión y una negativa a dejar lo acostumbrado atrás por miedo a una nueva desilusión, serán las claves de esta historia. Los personajes pertenecen a la serie de Fox...