Introducción

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Casi diez años estudiando hasta llegar a mi primer contrato como diseñadora gráfica, es cierto que es un contrato de formación y que tendré una tutora, pero por algo se empieza. También, que si no fuera por mi hermano no me habrían contratado en una de las empresas de marketing y diseño más importantes del país. A veces me arrepiento de haberle pedido ayuda, la gente solo ve lo que quiere ver, que soy una niña de papá a la que le han dado todo, lo que ellos no saben es como he tenido que trabajar para pagarme los estudios que realmente quería y no la carrera de Derecho que me ofrecía mi padre para seguir la tradición familiar. Y lo que tampoco saben es que necesito este trabajo, primero, por el dinero y, segundo, para estar el mayor tiempo posible fuera de mi casa. Con 28 años que tengo me siento como si tuviera 16, ¿por qué has dejado que todo llegue a este punto Macarena? ¿Por qué no te vas y lo dejas? Son preguntas que me hago a diario, pero que nunca soy capaz de responderme.

En ocasiones, una tiene que hacer una serie de cosas por los amigos... mañana llega a la oficina la hermana de uno de los mejores amigos de mi exmarido, que hoy en día es como si fuera amigo mío porque llevó nuestro divorcio con la mayor de las discreciones. Sin embargo, a una mujer como yo, que me he tenido que ganar todo lo que tengo a base de esfuerzo, no le caen demasiado en gracia las niñas pijas y recomendadas. Para colmo de males estará todo el día pegada a mí, ya que tengo que ser su tutora, además de revisarle y ayudarla con las campañas que se le asignen. Vamos, lo que viene siendo un regalito y una carga más de trabajo, si ya de por sí no tenía. Sinceramente, a mis 38 años no estoy para aguantar tonterías de una niña de papá, así que Zulema mano dura desde el principio y conseguirás hacer de ese portafolio mediocre que te entregaron como referencia, una gran diseñadora gráfica.

Zurena - TóxicaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora