Capítulo 43

768 77 82
                                    

Llegué a la empresa de Zulema – Hola mi morenita – le di un beso muy tierno en la mejilla - ¿Cómo estás? -.

- Hola Saray, muy bien ¿y tú? -.

- Deseando que me des otra cita, tal vez para esta noche... -.

- Mmm está bien. Esta vez yo te recojo sobre las 8 – me levanté, le di un piquito y me dirigí al ascensor.

Me había encantado que tomara la iniciativa de besarme, sonreí como una tonta y me dirigí al estudio. Pegué en la puerta y mi reina mora salió bastante seria. – Vamos a comer ¿no? -.

- Sí – respondí secamente.

Llegamos al restaurante, nos sentamos - ¿Se puede saber qué te pasa? -.

- ¿Qué me pasa? Que te voy a matar... - cogí a la gitana por el cuello de su camisa – Como se te ocurre entrar a mi dormitorio y más si estoy con Macarena. Es que debería romperte la cara por mirar a mi rubia -.

- Zulema... tranquila tía... joder que solo le vi la espalda y salí enseguida -.

- Si vuelvo a notar que la miras, se me va a olvidar que eres mi hermana – le dije llena de furia.

- Zule joder, que nunca la miraría con otra intención... es tu mujer y yo eso lo respeto, por muy buena que esté la rubia -.

- Eso espero porque no sé lo que te haría – la solté contra la silla y le di un trago a la copa de vino.

- Estás mal tía... no puedes ser tan jodidamente celosa -.

- Macarena es mía y soy todo lo celosa que me de la gana -.

- Tú verás... pero eso te pasará factura -.

Al verme sola para almorzar fui a invitar a Rizos - ¿Almuerzas conmigo? -.

- ¿Y la jefa? – pregunté algo extrañada.

- Fue a comer con Saray, al parecer tenían cosas que tratar -.

- Bueno, está bien – salí con una sonrisa y nos dirigimos al restaurante de en frente de la oficina.

Comimos muy tranquilas y nos reímos mucho. La verdad es que Rizos me caía muy bien y seguro que llegamos a ser grandes amigas.

- ¿Cómo es la jefa? ¿Es tan seria y borde? -.

- No tiene nada que ver, es muy cariñosa y está todo el día al pendiente de mí o de si necesito algo. Es lo más bonito que me ha pasado en la vida – dije con cara de enamorada.

- Que bonito, sinceramente, hacéis una pareja preciosa y Zulema ha cambiado, ya no está tan amargada y eso es gracias a ti. Escuché algo de boda cuando abrió la invitación -.

- Sí, mi pequeño escorpión va algo rápido y es la segunda vez que me deja caer lo del matrimonio, aunque yo le he dicho de esperar. Llevamos muy poquito juntas y quiero que nos conozcamos bien -.

- Haces bien rubia – dije disimulando la pena, si tan solo le hubiera dicho algo... hoy estaría conmigo y no con ella. Se le veía a leguas que lo que necesitaba era que la cuiden.

Me había dicho rubia y me sentí rara, así solo me decía Zulema – Bueno... creo que es hora de volver – dije con pesadez.

- Pues sí – suspiré – pero antes un selfie ¿no? – saqué mi móvil y nos echamos un selfie poniendo morritos a la cámara. – Lo subo a las historias ¿vale? -.

- Sin problema jajaja -.

- No joder... como ahora eres un personaje público, pues te aviso -.

- No pasa nada, solo soy la novia de Zulema Zahir. Yo no soy nadie – le sonreí con sinceridad y nos dirigimos a la empresa.

Después de una comida bastante tensa con Saray, llegué al estudio y mi rubia no estaba. Tampoco había visto a Estefanía al pasar por su mesa y directamente saqué mi móvil por si tenía algún mensaje de la rubia. Nada... no tenía nada... y me metí en Instagram. Historia de Estefanía... un escalofrío me recorrió el cuerpo y la abrí. Era una foto junto a mi rubia haciendo morritos: Con mi rubia favorita @MacaFerreiro. Su rubia... me estaba encendiendo cuando noté como Macarena abría la puerta con sus llaves.

- Mi amor ya estás aquí – fui hasta Zulema, enrollé mis brazos en su cuello e iba a besarla pero me esquivó. - ¿Qué pasa? -.

- Te ha faltado tiempo para irte a comer con mi secretaria... encima se toma la libertad de llamarte su rubia... es que no me lo puedo creer Macarena – estaba cegada.

- ¿Te vas a poner así porque he ido a comer con Estefanía? No he hecho nada Zulema – me separé de ella y fui a cambiarme detrás del biombo. La amo... pero tiene unos celos...

Se fue a cambiarse y la seguí – Sí, y no te molesta que te diga su rubia ¿no? No te ha quedado claro que eres mía Macarena, solo mía – fui a besarla y esta vez ella me esquivó.

- No soy un objeto o propiedad Zulema, no te he dado motivos para que te comportes así. Recapacita y luego me hablas -.

La solté, no dije nada más y me marché dando un portazo.

- Encima es ella la que se enfada... - me quedé fría en el estudio, después del fin de semana que habíamos pasado, de todo lo que le había dado... así que decidí ponerme a trabajar para despejar la mente.

La tarde se me hizo eterna, conseguí terminar la campaña de las zapatillas, pero mi morena no había regresado ni me había llamado. Me fui al apartamento, limpié y ordené durante lo que quedaba de tarde, hice la cena y nada... era medianoche cuando decidí acostarme a dormir.

- Señorita que no puede ser, la señorita Macarena debe estar dormida -.

- O me llevash tú o me llevoelcoshe -.

- Señorita son las 3 de la mañana, se enfadará con usted y conmigo -.

- Ps te despido... llévame -.

- Está bien señorita – llevé a mi jefa al apartamento, la ayudé a subir y toqué el timbre varias veces – La señorita Ferreiro debe estar dormida -.

Pegué en la puerta – Pequeñaábreme porfavorh -.

Aquí os dejo otro capítulo! Espero que os guste!


Zurena - TóxicaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora