Capítulo 35

829 85 123
                                    

Me quedé en shock ante las palabras de Hierro – Te... te la paso... - le di el móvil a Macarena, me empezaba a faltar el aire y me dirigí a la cocina dejándola con Sole.

- Ho... Hola... Doctor – me sorprendió la reacción de Zulema y quería ir tras ella.

- Macarena, le comentaba a Zulema si ¿Hay alguna posibilidad de que estés embarazada? No sé... ¿Estáis siguiendo un tratamiento? ¿Queréis tener hijos? ¿Relaciones con algún hombre? -.

- No... pero... hace una semana que debió bajarme el periodo – ahora entendía la reacción de Zulema. Esto no me podía estar pasando, no podía estar esperando un hijo de Fabio.

- Bueno eso puede ser debido a situaciones de estrés, y el desmayo a causa de la fiebre. Voy para casa de Zulema y salimos de dudas -.

- Okey – colgué el teléfono y de lo di a Sole.

- ¿Mi niña qué pasa? – le dije con una tierna sonrisa.

Empecé a sollozar – Necesito a Zulema... ayúdame a ir con ella – le dije entre lágrimas.

- Mejor te quedas aquí, si te pasa algo mi niña me mata. Enseguida la traigo conmigo ¿vale? – le di un beso en la frente a la rubita y me dirigí a la cocina. – Mi niña ¿Por qué te has ido así? – le di la vuelta y estaba llorando.

- Hierro piensa que puede estar embarazada – me abracé a mi nana buscando consuelo.

- A ver cariño, y si así fuera, que no lo sabemos ¿qué? ¿La vas a querer menos porque esté embarazada? -.

- No... pero... -.

- Pero nada, sales ahí con ella y la apoyas, está llorando desconsoladamente y te necesita. Mi amor, esté o no embarazada tienes que estar con ella, ¿Para eso la has formalizado no? – le di un beso en la frente y enseguida salió rumbo al salón.

Llegué al lado de mi rubia que estaba intentando levantarse del sofá, me puse frente a ella – Amor túmbate, no quiero que te vuelvas a desmayar – toqué su frente y estaba ardiendo.

- ¿Me vas a dejar verdad? – dije llorando, abrazándome a ella que estaba de rodillas frente a mí.

La abracé por la cadera y besé su frente – Por supuesto que no, solo me pilló un poco desprevenida esa posibilidad – puse una mano en su vientre – Sí estás embarazada, lo voy a criar junto a ti, será nuestro hijo o hija – la besé profundamente, dejando pequeños piquitos en sus labios.

- No te merezco... - la besé con profundidad, apretándome contra ella y dejándome mimar.

El médico llegó unos minutos después – Toma estas dos pruebas rápidas, entra al baño y miraremos el resultado. También te voy a sacar sangre y la mandaré al laboratorio para asegurarnos. Después, dependiendo de lo que salga, decidiremos si tomas los antibióticos o no, veo que te está subiendo la fiebre -.

Entré al baño bastante nerviosa, aunque el que Zulema me hubiese apoyado aun sin saber si estoy o no me había reconfortado mucho.

- Zulema espero no ser indiscreto, le pregunté a ella y me dijo que no, pero... ¿Se ha inseminado o algo? -.

- No te preocupes... no, no se ha inseminado... pero su pareja anterior la violó hace como mes y medio o dos meses. Era una mujer maltratada y lo dejó para estar conmigo -.

- Joder... con lo bonita que es, con todo el respeto amiga, no entiendo cómo se puede maltratar algo tan hermoso -.

- Lo mismo pensaba yo... la cuestión es que nos enamoramos profundamente y no quiero que nada malo le pase. Si está embarazada, me haré cargo del bebé como si fuera mío – la verdad es que no me disgustaba la idea de tener un hijo con la rubia, a pesar de las circunstancias en las que se habría concebido ese niño.

Zurena - TóxicaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora