Dejé a Macarena en la camilla, estaba furiosa, así que me acerqué y fui a besarla pero me hizo la cobra.
- Estoy enfadada, te he dicho que estoy bien -.
- ¿Te enfadas porque me preocupo por ti? Y me giras la cara... muy bien – la dejé sola en la camilla y me dirigí de nuevo al mostrador.
- Señorita Zahir... mmm... ¿sería mucha molestia que me firmara un autógrafo y se sacara un selfie conmigo? Yo... la admiro muchísimo y... compagino estudios de modelaje con mi trabajo de enfermera -.
Lo que me faltaba, la enfermera tirándole la caña a mi pequeño escorpión... que encima se había enfadado conmigo por mi tontería de no venir al médico, no sé en qué he pensado para no dejar que me besara.
- Claro, siempre es un gusto que la juventud me conozca y se interese por mi trabajo. ¿Cómo te llamas? -.
- Triana... y de verdad muchas gracias -.
Le firmé el autógrafo, me saqué el selfie y me volvió a preguntar - ¿Puedo hacerme una foto dándole un beso en la mejilla? Si no es molestia para usted ni para su pareja -. – Claro que no es molestia – le contesté mientras recibía la mirada de desaprobación de Macarena. Nos sacamos la foto y la chica no tardó ni dos minutos en subirla a Instagram y etiquetarme – Te comparto la historia – le guiñé el ojo y me senté en frente de la camilla en la que estaba Macarena. Poco después el doctor la llamó y entramos a la consulta.
- Hola Zulema, ¿Qué te trae por aquí? – dije mirando con cariño a una de mis mejores amigas.
- Mi mujer se ha levantado con fiebre y malestar, y la verdad que aunque ella dice que se encuentra mejor, me preocupa -.
- Vamos a ver, déjame darte la enhorabuena... es preciosa amiga – le guiñé el ojo. – Bueno, Macarena Zahir encantado, soy Antonio Hierro, uno de los mejores amigos de Zulema y desde ahora tu médico. Cuéntame ¿Cómo estás? -.
Me había impactado lo de Macarena Zahir, iba a corregirlo pero no quería molestar aún más a Zulema. – Encantada Doctor. Me encuentro bien, Zulema es un poco exagerada -.
- Vamos a tomar la temperatura – le apunté con el termómetro - 38.2ºC al parecer no exagera, tienes un poco de fiebre y si no ponemos remedio subirá -.
Miré a Maca con cara de TE LO DIJE y le sonreí al doctor.
- Vale – agaché un poco mi cabeza, mientras el doctor escuchaba mi corazón y me hacía respirar lento.
- Parece que estás empezando una gripe. Voy a mandarte antibióticos para que la pases más leve. Zulemita dale mucho amor estos días porque lo va a necesitar -.
- Eso está hecho – le sonreí y miré mi rubia.
El doctor acabó de rellenar la receta, salimos de la consulta y Triana me dijo – Hasta pronto señorita Zahir, espero poder verla en otras circunstancias -.
- Hasta pronto Triana, puedes pasarte cuando quieras a hacer las pruebas de modelo. Dices en la entrada de la empresa que vas de mi parte – le guiñé el ojo y salí junto a la rubia.
Subimos a la parte de atrás del coche en el que nos esperaba Armando, hicimos el camino en completo silencio y llegamos a mi casa. Saludamos a Sole – Hola nana -.
- Hola mis niñas ¿Cómo lo han pasado? – me fijé en Macarena que no tenía buen aspecto.
- Muy bien nana, tengo algunas cosas que contarte – le dije con una gran sonrisa.
- Macarena hija... ¿Te encuentras bien? – vi cómo se iba echando hacia delante, se iba a caer pero conseguí sujetarla. – Zulemita cariño, ayúdame -.
Ayudé a Sole a sujetar a mi rubia, la cogí en brazos y la llevé al sofá – Sole llama a Hierro, voy a por alcohol a ver si despierta -.
Llegué a mi casa, la verdad es que estaba un poco cansada, había sido un viaje cargado de trabajo y para qué negarlo, de fiestas. Creo que he dormido dos noches en el hotel como mucho. Sin embargo, ver lo feliz que está Zulema me reconforta, no tengo ninguna duda de que Macarena es la mujer de su vida y que será la madre de mis sobrinos. En cuanto a Alicia, debía ayudarla a traerla a Madrid – ¡Claro coño! Estudia a distancia... puedo hablar con Miranda, la decana de la Facultad de Derecho de la Universidad Complutense de Madrid, y una gran amiga mía. A ver si podemos inventar algo de unas pruebas para alumnos de excelencia en la materia y hacerla viajar a cualquier país europeo. Joder Saray, cuando quieres eres una puta genio -.
Cogí mi móvil y tenía un mensaje de Estefanía, con la que llevaba toda la semana tonteando y la única mujer, a la que a partir de hoy prestaría mi atención.
- Espero que haya tenido un buen viaje -.
- Sí, ha sido tranquilo. Ya no tienes excusas, morenita ¿Cuándo puedo verte? – la respuesta no tardó en llegar.
- Dije que tenía que ganárselo, yo no soy una más -.
- Claro que no eres una más, contigo quiero hacerlo bien -.
- ¿Sí? Pues revisa todas las fotos que te ha robado la prensa en Portugal – solté el móvil, no me apetecía seguir hablando con ella. Había estado como con 10 mujeres diferentes en apenas 8 días, no me podía fiar de ella. otra cosa era Macarena, que había subido un montón de fotos románticas con Zulema, las que esta última, además, las había compartido. Estaba hecha un lío, me encantaba la rubia pero se la veía muy enamorada de nuestra jefa, la que me matará si me acerco a ella, no me cabe duda. Y me gustaba Saray, pero no iba a permitir que me pusieran los cuernos día sí y día también.
Tiré el móvil bastante cabreada – Es que joder... no me puedo dejar la bragas puestas ni dos días... la noche me pierde -. Sin embargo, pensaba cambiar, me gustaba mucho Estefanía y en el fondo anhelaba una relación como la que tenía mi reina mora con su rubia. Alguien que me cuide, que me espere al llegar a casa, que me mime... y creo que la morenita puede ser la persona perfecta para eso.
Puse alcohol en la nariz de Macarena y poco a poco abrió sus ojitos.
- ¿Qué ha pasado? – dije poniéndome la mano en la frente.
- Te has desmayado y gracias a Sole no te has dado ningún golpe. Ha conseguido sujetarte y te he cogido en brazos para traerte al sofá -.
- Mmm... ¿Me das un beso? – dije en tono de súplica llevando mi mano a su mejilla.
- No sé si te lo merezcas – le respondí algo seria.
- Por favor... - dije mirándola a los ojos.
No pude con su carita y la besé tiernamente, introduciendo mi lengua en su boca buscando un sutil contacto con la suya y dejando pequeños piquitos en sus labios antes de separarme.
- Mi niña el doctor – le pasé el móvil a Zulema.
- Me dice Sole que Macarena ha perdido el conocimiento ¿no? -.
- Sí, he puesto alcohol bajo su nariz y ya está consciente. ¿Sabes por qué se ha desmayado? -.
- Zulema ¿Hay alguna probabilidad de que esté embarazada? -.
Aquí os dejo un nuevo capítulo! Espero que os guste! Gracias por los comentarios y favs!
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Zurena - Tóxica
RomanceDos almas rotas unidas por el destino, una necesidad de sanar que lleva casi a la obsesión y una negativa a dejar lo acostumbrado atrás por miedo a una nueva desilusión, serán las claves de esta historia. Los personajes pertenecen a la serie de Fox...