Capítulo 21

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Había pasado el lunes y el martes en mi casa, atendí las citas posibles por teléfono y mandé los documentos firmados por correo. Sin embargo, hoy tenía una reunión ineludible y, debido al viaje, no podía retrasarla. Acudí a la oficina, tuve la reunión con una nueva marca que pretendía que creáramos toda su publicidad, por lo que al final conseguí un muy buen contrato y me dirigí a mi despacho.

Llevaba dos días asquerosos, le había mandado mil mensajes a Zulema, los leía pero no me contestaba, no cogía mis llamadas y empezaba a estar desesperada. Me quedaba como consuelo que la vería en el viaje, a no ser que haya decidido a última hora que me quede aquí.

- Disculpe, la doctora Zahir ¿se encuentra? -.

- ¿Tiene cita? -.

- No creo que la necesite, soy Hanbal Hammadi, su exmarido y muy buen amigo -.

- Ohh disculpe mi desconocimiento, es la puerta de madera que sigue, la doctora está dentro -.

Salí del estudio a buscar a Rizos para bajar a comer.

Abrí la puerta y la vi sentada en su escritorio, tan hermosa y regia como siempre – Hola habibi -.

- ¿Qué haces tú aquí? ¿Cómo coño has entrado? – dije con algo de temor.

- Por la entrada del parking con la tarjeta y diciendo la verdad, que soy tu exmarido – dije mordiéndome el labio, la verdad es que cada vez estaba más hermosa.

- No tengo tiempo para tonterías ¿Qué quieres? ¿Te manda la zorra de mi madre? -.

- Mi querida suegra de manda besos y abrazos y te recuerda que debes pasarle el pago a tiempo. Por mi parte, me moría de ganas de verte... la última vez hace unos meses, tu seguridad me partió dos costillas y solo quería hablar contigo -.

- Ya... claro... dile a mi madre que el pago estará, pero que este año se acaba el sacarme dinero. Ya no me dan miedo sus amenazas, jamás volveré a Abu Dabi y tengo el suficiente poder como para hundirla. Y tú puedes irte por dónde has venido, no me interesa nada que venga de ti -.

- Rizos ¿vamos a comer? -.

- Rubia, no puedo, la amargada está reunida y no sé si se le ofrecerá algo a ella o a su acompañante. Si no estoy, capaz y me despide -.

- No sabía que Zulema estaba aquí – dije con algo de tristeza – supongo que estará reunida con Saray -.

- No, con el señor Hammadi, su exmarido -.

- ¿Cómo? ¿Quieres decir que está sola con él? -.

- Sí ¿Qué pasa? -.

Cogí mi móvil, llamé a Armando.

- Desde ya le digo que no le voy a dar información de la señorita -.

- Cállate Armando, está sola en la oficina con Hanbal -.

- Ya vamos para arriba -.

- Joder rubia ¿Qué pasa? -.

No contesté a Rizos, fui a abrir la puerta y estaba cerrada con llave. La di una patada a la cerradura como me enseñó mi hermano y la puerta se abrió.

- Vamos habibi, podemos pasarlo muy bien como en los viejos tiempos. ¿Sabes? voy a invertir en tu competencia, me gusta esto de la publicidad -.

- Eres un hijo de puta – dije con asco.

- Un hijo de puta que se muere por ti, si vuelves conmigo te apoyaré en todo lo que decidas -.

- Te he dicho hasta el cansancio que no podré sentir por ti nada más que odio -.

Zurena - TóxicaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora