Capítulo 60

670 68 48
                                    

El tiempo pasó volando y por fin mañana era el gran día, al fin me casaría con el amos de mi vida. Me desperté mirando a Macarena, era tan adorable que me podría pasar toda la vida mirándola. Empezó a removerse un poco y al tenerla sobre mi pecho, comencé a acariciar su pelito de manera de suave.

Sentí las caricias de Zulema sobre mi pelo – Mmmm que rico – y me estremecí como un gatito. Levanté mi cara y la miré a los ojos – Te amo -.

- Te amo pequeña – la besé tiernamente, llevando mis manos dentro de la camiseta del pijama y empezando a acariciar su cadera.

- Mmmm – separé un poco mi boca de sus labios – Uf... mi niña ¿estás ready eh? – le pregunté al notar como me estaba besando.

- Yo siempre estoy ready, pequeña – le sonreí de manera torcida y me dispuse a comerle la boca con pasión, mordiendo su labio inferior y atrayéndolo entre mis dientes. – No puedo creer – beso – que ya mañana vas a – beso – ser mi esposa – beso – te amo -.

- Y yo a ti Zulema – dejé que me quitase la camiseta, dejándome desnuda de cintura para arriba.


- Señora, ya tenemos toda la información. Su hija menor vive con la mayor, ella cubre todos sus gastos y asiste a una de las universidades más importantes de Madrid. Eso sí, tiene una seguridad muy fuerte. Además de un guardaespaldas personal para cada una de ellas, cuentan con tres anillos formados de 4 guardas cada uno. Asimismo, tienen dispositivo de seguimiento y localización en los coches que usan, y no me extrañaría que también lo llevaran en alguna de las prendas que usan -.

- Alicia resultó ser una mala hija, al igual que su hermana. Ni se ha dignado a llamar para decir que está bien. Pero toda la culpa es de la aberración de Zulema, ella la maleó. Todo lo que me cuenta me parece muy bien, ¿Qué se puede hacer? -.

- Mire, siendo sincero, mañana se casa su hija... y ahí va a ser casi imposible, tienes más seguridad que un narcotraficante y sabe que no nos vamos a quedar quietos -.

- Podemos dejar que se case, así le dolerá aún más lo que estoy planeando junto a mi amigo Sandoval -.

- Le sugiero que eso lo deje para la fiesta de la empresa que organiza su hija, es en tres semanas. Por lo que en mi opinión, deje que se case y se vaya de luna de miel y después en ese evento le damos en golpe. En cuanto a Alicia, usted dirá -.

- Alicia debe casarse con Hanbal, hemos pedido mucho dinero a su familia y sin el ingreso de Zulema, nos irá muy mal si deciden ir en contra de nosotros. Resulta ofensivo que mi hija lo haya dejado plantado sin ninguna explicación -.

- Y su marido... ¿Qué opina? -.

- Dejémoslo al margen, el solo debe entregar a Alicia en el altar y punto -.

- Pero... señora... quizás no me incumbe... y no me lo note a mal, por favor, es sobre la pureza de la señorita Alicia -.

- ¡Mi hija es pura! ¡Qué estás insinuando! -.

- No, señora, no. Quiero decir, por supuesto, pero hasta que salió de aquí... han pasado más de seis semanas... y los europeos son muy liberales. Su hija ni siquiera usa el velo -.

- Alicia no puede hacerme esto, ella es una niña correcta. Ella es pura Rashid, tiene que serlo... o yo misma la mataré a latigazos -.

- Bueno señora, voy a ponerme en contacto con el señor Sandoval y le diré que esté listo, que todo será en la fiesta de la empresa de Zulema -.

- Perfecto, y sal de mi vista... como te atreves a insinuar eso de mi Alicia – Rashid salió de la sala, pero en el fondo me quedé pensando en lo que me había dicho sobre mi hija menor.


Me estaba bañando en la piscina como cada mañana, ejercitándome un poco, cuando noté sobre mí la mirada de mi guardaespaldas. Y es que no voy a negar que me encanta, desde que lo vi... ese hombre me encanta... pero es tan correcto, tan serio, que por más que lo provoco, no me da ni la hora... sin embargo, algo tengo que hacer para que me preste atención.

La señorita es tan bonita... eres idiota Ismael, ella nunca se va a fijar en un muerto de hambre como tú. Seguro son imaginaciones tuyas eso de que piensas que te tontea. Ella no haría eso... una chica con tanta clase y tan hermosa, jamás se fijaría en ti. Uf... pero dios... por qué me tiene que hacer pasar por esto todos los días... y parece que cada vez se pone un bikini más provocativo y pequeño que el anterior.

Uy... sí que me está mirando, mmm... algo tengo que hacer - ¡Ayyy! ¡Ay, Dios! Un calambre! ¡Valbuena! -.

Fui corriendo al filo de la piscina - ¡¿Qué pasa señorita?! -.

- ¡¿No me estás viendo idiota?! Me dio un calambre, ¡ayúdame! -.

No me lo pensé y me tiré al agua con todo y traje. La cogí por la cintura y la llevé nadando hasta la zona baja. La miré a los ojos - ¿Mejor señorita? -.

- No – dije haciendo pucheritos – tengo los dedos de los pies que no los puedo mover -.

- A ver... - la hice levantar su hermosa pierna y la ayudé moviéndole los dedos hacia delante y hacia atrás - ¿Se siente mejor? -.

- Uy sí... - me quedé mirándolo a los ojos, me acerqué a él y le di un beso en la mejilla – Gracias -.

- De... de nada... señorita – intenté tartamudear lo menos posible pero tenerla tan hermosa e imponente casi pegada a mí, me estaba poniendo mal. – Se... será mejor que me salga y busque cambiarme de ropa -.

- Vaya tranquilo... y póngase guapo, quedé con unas amigas para una fiesta y comienza al medio día -.

- ¿La señora Zahir sabe? – pregunté preocupado, Zulema no quería nada de fiestas ni eventos que pusieran en peligro su seguridad.

- Yo se lo comunico, no te preocupes – me mordí el labio inferior y noté como tragaba saliva, hasta que rompió la conexión conmigo y salió casi huyendo de la piscina. - ¿Peor por qué me gustan tanto dios mío? -. La miré salir con todo el traje pegado a su cuerpo, y no podía negar que me gustaba lo que estaba viendo.


- Mmmm amor – le quité la camiseta a Zulema y en poco tiempo estábamos completamente desnudas. Comencé a balancearme encima de Zulema, provocando el roce entre nuestras intimidades y notando como mi reina mora empezaba a suspirar. – Zule... quiero que te pongas el arnés... tengo muchas ganas -.

- Uf... rubia... lo que tú digas... tú mandas, ya lo sabes – aparté un poco a Macarena, no sin dejarle un beso en los labios. Fui hasta el mueble y me coloqué el arnés. Sin duda, la mañana iba a ser muy larga...


Aquí os los dejo! Espero que os guste! gracias siempre por sus comentarios, sus DM y todo eso tan bonito que siempre me mandan :)

Espero no tardar mucho en actualizar y por favor, no me maten jajajaja :P

Vuelvo pronto! ❤

Zurena - TóxicaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora