Escuché varias veces el timbre, me sobé un poco los ojos, me levanté, escuché como Zulema me estaba llamando y abrí la puerta. No me dio tiempo a preguntar cuando se abalanzó a abrazarme, apestaba a whisky... - Zulema ¿Qué haces aquí? -.
- Perdóname...porfavorh – me apreté a ella.
- Es muy tarde, vete a casa y mañana lo hablamos – dije intentando separarme de ella y mirando a Armando.
- Pequeña... te necesito musho -.
- Armando llévala a su casa -.
- Nooo... - me abracé más a ella – me quiero quedah contigo -.
Al ver que iba a ser imposible y tampoco quería llamar la atención de los vecinos con el espectáculo – Está bien... Armando puedes retirarte, yo me ocupo de ella y mañana hablaré contigo, no sé como habéis permitido que se ponga así... sabéis que la prensa no nos quita el ojo de encima – dije mirándolo bastante molesta.
- Señorita intentamos evitar que bebiera y que viniera a esta hora, pero amenazó con venirse conduciendo y despedirnos. Lo siento mucho – me retiré y bajé junto a los demás del cuerpo de seguridad.
- Te quieroh mucho Macarena – dije abrazándome aun más a ella.
- Yo también te quiero mucho, pero no puedes ponerte así. Vamos al baño, a ver si una ducha fría te aclara las ideas -. Conseguí desnudarla y meterla a duras penas bajo la ducha, tras unos minutos la envolví en una toalla y la llevé hasta el sofá. Preparé un café cargado, se lo di y me senté a su lado.
Me sentía algo mejor – Lo siento... perdóname por favor... yo... yo no pienso lo que te dije. Estaba cegada por los celos -.
- Eso es porque no confías en mí – agaché la cabeza – Es normal sentir celos cuando hay motivos, como por ejemplo, a mi me pasó con Tamara, pero no dejaba de coquetearte en mi cara. Pero lo tuyo se va a convertir en un problema... yo no tengo la culpa de que me miren. Y en el caso de Rizos, es la única persona a la que puedo llamar amiga, ya que perdí las que tenía a causa de Fabio. Y no me gustaría perderla -.
- Te prometo que voy a intentar cambiar amor... yo confío en ti, pero tengo mucho miedo a perderte. A que me dejes por alguien más joven o mejor que yo – la abracé por la cadera y la subí encima de mí a horcajadas, metiendo mi cara en su cuello – Te amo tanto que me duele -.
Nos quedamos así, acariciándonos durante lo que fue al menos una hora – Zulema... vas a coger frío, vamos a ponerte el pijama y nos vamos a dormir -. Me asintió, la cogí de la mano y nos fuimos al dormitorio. Se puso la ropa interior junto al pijama y se metió en la cama a mi lado.
- ¿Me has perdonado? – la abracé por detrás haciendo la cucharita y dejé un beso en su hombro.
- Bueno... tendrás que hacer méritos aun sigo un poco enfadada y no vamos a dormir nada -.
- Haré méritos mi princesa – la apreté un poco más, pegándome totalmente a su cuerpo, le dejé un beso en el cuello – Buenas noches, mi pequeña -.
- Buenas noches, Zulema – me dejé envolver por sus brazos y no tardé mucho tiempo en quedarme dormida.
Pasaron varios días y llegó lo que estaba dilatando; el aniversario del bufete de mi padre. En cuanto a Zulema, la tenía a dieta... había intentado cada día hacer el amor, sin embargo, le hice saber que las cosas no se iban a arreglar así ni con los chocolates ni flores que me había regalado. No quería verme como con Fabio, que cada vez que hacía algo me hacía un regalo y aunque no es la misma situación, quería evitar volver a verme así.
- Mi princesa en el vestidor tienes el vestido, los tacones, complementos y demás para el aniversario. En media hora llegarán los estilistas – la abracé por detrás dejando un beso en su nunca – Mmm estás hermosa hoy, no sé si te lo había dicho ya -.
- Jajajaja es la tercera vez que me lo dices desde que nos levantamos, tú también estás hermosa – me di la vuelta y le di un beso muy lento, disfrutándola, acaricié su cadera por dentro de la camiseta y le sonreí pícaramente, notando como se ponía nerviosa.
- Rubia... si vuelves a hacer eso, llegaremos tarde... - me había excitado con ese mínimo contacto, pero es que ya iban varios días sin estar con ella.
Me reí ante su reacción, la solté y me dirigí al baño.
Tiré de todo mi autocontrol e intenté sacar la imagen de mi rubia desnuda debajo de la ducha, así que bajé a recibir a los estilistas. Sí no, probablemente, entraría a la ducha y le haría el amor.
Dos horas después, estaba esperando a Macarena en el salón cuando apareció Sole.
- Mi niña estas preciosa... - se me aguaron los ojos – no sabes lo que siento al verte tan guapa y tan feliz, y eso se lo debo a la rubita -.
Escuchamos unos tacones y ambas miramos al principio de la escalera. Me quede impactada con la imagen de mi rubia. Llevaba un vestido de brillo en negro, con todos los complementos en plateado, un semirrecogido, y un maquillaje exquisito adornado con sus labios rojo cereza.
Mi morena estaba hermosa, también iba de negro, un vestido largo con caída y con todos los complementos en verde agua, todo muy fino y exquisito, enmarcado por unos labios de color muy clarito pero que le quedaba increíblemente bien y el pelo recogido, dejando su flequillo lateral. Bajé la escalera y fui directa a comérmela a besos.
Cuando vi a mi rubia llegar a hasta mi y venir directa a besarme no pude resistirme – Estás increíble – beso – me va a ser muy difícil no arrancarte ese vestido – le dije en su oído ante lo que se ruborizó.
- Zulemita cariño hacéis una pareja preciosa. Estás hermosa Macarena – les di un beso en la mejilla a ambas y me retiré a la cocina.
- Tú también estás muy guapa mi amor, espero verte con vestido más a menudo – la besé profundamente y, finalmente, nos dirigimos al hotel en el que tendría lugar el evento.
Llegamos, notaba a mi rubia muy nerviosa – No tengas miedo mi amor, no voy a separarme de ti – beso. Bajamos del coche y todos los periodistas a las puertas del hotel empezaron a fotografiarnos y a preguntarnos cosas.
- ¿Zahir es cierto que habrá boda? -.
- ¿Macarena como lleva el reencuentro con su familia? -.
- Señores y señoras, habrá boda en cuanto me de el Sí – besé a mi rubia tiernamente. – Y no hay reencuentro, porque siempre ha sido su familia. No hay más declaraciones – entramos al hotel y noté como mi rubia se abrazó buscando el hueco de mi cuello.
- Gracias mi amor – le dejé un pequeño beso, me separé y busqué sus labios, la besé muy despacio – Te amo -.
Aquí os dejo un nuevo capítulo! Espero que os guste!
Habrá varios reencuentros en el aniversario a demás de los padres de Maca... Fabio? Helena? Tamara? Grimaldi?
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Zurena - Tóxica
RomanceDos almas rotas unidas por el destino, una necesidad de sanar que lleva casi a la obsesión y una negativa a dejar lo acostumbrado atrás por miedo a una nueva desilusión, serán las claves de esta historia. Los personajes pertenecen a la serie de Fox...