Capítulo 29

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Me desperté algo asustada al no notar a Zulema, miré hacia la mesilla y había una nota: Mi pequeña he ido a la reunión, como era muy temprano no he querido molestarte y te he dejado descansar. Terminará sobre la 1, si te despiertas baja a buscarme y vamos juntas a comer algo.

Te amo

Zulema.

Miré el reloj, las 12.15 – Justo para ducharme, arreglarme e ir a buscarla -.

Salimos de la reunión – Vaya carita que traes eh... mucho ejercicio por las noches ¿no? -.

- Gitana... - me sonrojé un poco.

- Tía que he visto tu historia, no se ve ropa y tenéis una cara de haber follado tremendamente bien jajajaja -.

- ¿Eso se ve en la foto? – pregunté con algo de vergüenza.

- Ps claro... ¿Hace cuánto que no sonreías? Lo que me pregunto es si ya le has mostrado porqué tienes la famita de escorpión -.

- No le he contado nada de eso, pero es cierto que anoche perdí un poco el control. Ella es tan dulce, tan tierna... y yo soy bastante bruta -.

- Reina mora eres bruta porque no te han pedido que lo hagas suave ni han sido tiernos contigo, aunque con la rubia veo que va a ser diferente -.

- Estoy preocupada Saray, lo disfruto... de verdad... pero me falta un poco más de pasión por su parte, me quedo a medias y no me esperaba que fuera así. La amo muchísimo... no obstante, esperaba mucho más del sexo con ella -.

- Dale tiempo, eres la primera mujer con la que está y según lo que me has contado, sus relaciones sexuales anteriores no han sido muy buenas que digamos -.

- Yo sé, y me conformo con tocarla, con mimarla... aunque necesito más y... bueno le propuse comprar algún juguete -.

- Amiga eso no viene mal y puede ser muy divertido, pero no la presiones, ella no es Helena... que se había follado a 200 tías antes que a ti y estaba super experimentada. La rubia puede asustarse si le cuentas ciertas cosas, por ejemplo eso que hiciste de compartir la pareja y jugar entre cuatro personas. Sé que fue una vez, en medio de tu depresión y que no te gustó, pero no veo a Macarena capaz de tolerar eso -.

- Ni yo toleraré que nadie toque a mi rubia. Por lo de los juguetes me refería sobre todo a un arnés, quizás para ella sea más sencillo, al menos al principio. También a algún vibrador, cremitas de calor y frío y puede que un satisfyer. Aunque no me creas, aceptar esa experiencia fue un gran error y doy gracias de no haber querido probar muchas cosas de las que me proponía Helena -.

- Es que esa tía estaba como una puta cabra, me la follé una vez y no más... es una puta sádica... me echó cera hirviendo en el vientre. Está muy guay controlando la temperatura no achicharrando a tu compañera. Además, no pude sentarme bien en una semana, me alegro de que la dejaras por interesada y por zorra, que estaba contigo y con 5 más. Y por lo de los juguetes, si necesitas que te diga que lo veo bien, hermana, lo veo bien pero no la presiones y no la marques así por dios, que la mira todo el mundo -.

- ¿Y? así el mundo sabe que es mía y que no se toca -.

- Empiezas a asustarme con esos comentarios reina mora, espero que no vayan en serio -.

- Claro que no – le sonreí. Por supuesto que van en serio, Macarena es mía y no voy a permitir a nadie que ni siquiera la mire.

Bajé a la recepción camino de la sala de reuniones del hotel y vi a Zulema hablando animadamente con Saray. Me acerqué por detrás, me puse el dedo en la boca en señal de silencio mirando a Saray y abracé a mi morena por la cadera, dejando un beso en su cuello Hola amor -.

Zurena - TóxicaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora