Perdí, supongo II

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Narra x

Todas las bromas que intercambiaban, no eran de los usuales. Eran chistes incómodos y sin humor sarcástico. Como si forzaran un poco de a ratos la convivencia. Lo cual, de todos modos no era un inconveniente para reírse un poco más.

Los brazos de George estaban cruzados, sus piernas cerradas y estaba algo cohibido.

Dream tenía las manos en los bolsillos de su abrigo. Una pierna encima de la otra en forma de T.

Su lenguaje corporal decía mucho más de cómo se sentían que sus palabras o risas. No estaban precisamente cómodos, claro, tan fácil no era estarlo. El ambiente cambió rotunda y completamente.

Eran aproximadamente las 10:50 cuando vieron un último video haciendo memoria a cuando George era más joven. Ambos rieron al final y enseguida la habitación se llenó de un ruidoso silencio.

Por varios segundos George empezó a buscar con el control otro video. No encontraba nada interesante. Pero tampoco sentía la necesidad de encontrar algo rápido para acabar con ese silencio necesariamente.

Dream, en estos casos, sería alguien valiente y travieso, y se le quedaría viendo a George para ver su reacción. Pero el rubio se había quedado con miedo de "volver a meter la pata"

George girando la cabeza lentamente dirigió su mirada a Dream, quien la tenía fijada totalmente en la pantalla sin decir nada. Dream lo miró, y sin que pasen más de 3 segundos se puso muy nervioso.

Aún así, no apartaba sus ojos del rostro de George, lo contemplaba como si de otra pantalla se tratara. Tampoco le preguntaba a George por qué lo miraba así, sólo intentaba ser neutro.

Vamos a ser sinceros, George jamás lo hubiera aceptado. Pero le encantó besar a Dream, le encantó sentir ese cuerpo sobre el suyo. Sentir sus manos por su pecho y su cuero cabelludo. Es por esto, que el pequeño europeo necesitaba más.

George bajando el control en el sillón, se inclinó hacia Dream, quien no se movió ni un centímetro, mas temblaba como nunca antes.

George apoyó sus manos en el sillón, y acercando lo suficiente la cara, besó la mejilla de Dream haciendo que este sienta su nariz por ella.

Dream estaba rojo, temblando, algo incómodo y sobre todo, nervioso. Dirigió su mirada al suelo, y luego delicadamente a los ojos de George.

Se miraron mientras George subía su mano a la cabellera de Dream y comenzó a acariciarla. Este, tomó su barbilla con mucha suavidad para corroborar que no lo molestaría. George le sonrió hasta con los ojos sin mostrar los dientes, y Dream se fue acercando a esa boca sonriente.

Fue una caricia de labios dulce y tierna la que hizo que estos dos volvieran a besarse con lentitud. Dream extendía su mano por el cuello de George, y George rascaba la cabeza del rubio.

Se besaban, se acariciaban... ¿Quién lo diría? Además de todo su fandom, claro está.

Los besos eran cálidos y tiernos, ambos sonreían interiormente. Pero se volvían un poco más apasionados y profundos con el pasar de los segundos.

¿Había sido George el que introdujo su lengua? Ya ninguno estaba seguro de aquello.

George se acercaba a Dream sin ningún apuro en absoluto, algo que, al parecer, no le gustó mucho a Dream. Por lo que lo tomó del abrigo y lo estiró brutalmente para que quedara encima de él. Como si lo estuviera montando.

George se asustó, y un escalofrío recorrió en carrerilla su cuerpo entero. Su corazón se aceleró y soltando la boca de Dream soltó una risita de nerviosismo.

Sin máscaras ni lentes.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora