Noche de pensamientos

8.5K 845 463
                                    

George estaba en su habitación frotándose lentamente con las manos. Fue en eso, cuando fue consciente de que no sería algo pequeño lo que le estaba pasando.

-La puta madre.... tengo que ir otra vez... -Se dijo a sí mismo levantando sus pantaloncillos y levantándose para ir al baño. -¿Cómo es que no pensé en una habitación con baño incluido?

George salió en carrerilla de su habitación. Cerrando con un poco de cuidado la puerta para no hacer mucho ruido. Cosa que terminó siendo totalmente inútil al abrir y cerrar con todas sus fuerzas la puerta del baño.

Dream se levantó con pesar en todo su cuerpo y dolores musculares. No es que estuviera durmiendo en una cama ortopédica.

De puntillas y ensuciando sus calcetines de vaquitas, se asomó por el pasillo a ver qué había sido ese estruendo. Al llegar a esa esquina, notó como de la puerta al final del pasillo se escapaba la luz del baño.

-Oh... seguramente le dieron ganas de ir al baño. -pensó Dream. -Ahora sí que no dormirá más.

Cuando este estaba por volver a su súper cómodo lugar para dormir, creyó escuchar desde ese lugar un fuerte suspiro agitado.

-Qué caraj... -dijo el rubio para sí mismo. -Acaso está...

Sus mejillas comenzaron a ponerse un tanto rojas. Continuaba con la mirada hacia esa puerta, dudando en lo que tenía que hacer y en lo que haría.

-G-Geo...

-Mmph... -se escuchó con eco desde el baño.

Dream se tensó aún más, un escalofrío corrió por todo su cuerpo, sus mejillas ardían de rubor, sus ojos se abrieron como platos y le sudaban las manos.

-No debería... -pensaba Dream.

-Ah fuck... -"Susurró" el castaño en el baño sin poder evitarlo.

-¡Dios! ¡¿Por qué lo hace tan fuerte?! ¡¿Tan excitado está?! -se dijo Dream a sí mismo.

Lo último que escuchó Dream, fueron unos suspiros más, acompañados de unos cuantos pasos que se aproximaban a la puerta.

Dream sabía que si lo encontraba despierto y escuchándolo hacerse una paja, era hombre muerto. Y después de que su corazón se acelerara a mil por hora, corrió hasta el sillón sin hacer ruido y se acostó de nuevo.

Al oír la canilla abrirse, se tranquilizó un poco más y cerró los ojos para evitar que lo pillara. Luego de salir de allí, escuchó de nuevo los pasos del británico aproximándose a la sala.

-¡¿POR QUÉ SE ESTÁ ACERCANDO?! -pensaba asustado el rubio.

El pequeño se asomó ligeramente por el sillón para ver cómo estaba "durmiendo". Este, podía fingir bien a veces, pero esta no era una de ellas. Su cuerpo entero comenzó a temblar de forma notoria. Aunque su cara seguía sorprendentemente neutra.

-Ay pobre tiene frío... -susurró para el mismo el chico peli negro.

Dream sintió ternura al escuchar eso, supuso que George se sentía culpable por haberle cerrado la puerta de la habitación en la cara.

-¿Dream...? -dijo George zarandeando un poco el brazo de Dream para que este despertase. Al no notar reacciones, insistió. -Dream. -y fingiendo lo mejor que pudo, Dream se dio vuelta lentamente.

-Mmm... ¿George? -preguntó el rubio forzando una voz ronca de recién despierto.

-Ahm... quería preguntarte... o sea... supuse que tendrías frío... y...

-Sí, quiero irme. -dijo levantándose sin mirarlo a la cara y caminando con pesadez una vez más.

-Oh... -dijo el más pequeño extrañado por la seriedad del otro chico. El otro frenó.

-O... ¿Querías decirme otra cosa? -dijo dándose la vuelta una vez más hacia donde estaba George quien jugaba con sus manos sin entender nada.

-No no, sí... era eso. -dijo sin poder verlo a la cara mientras el otro mantenía su mirada fija en él. -¿Qué? -dijo este ya algo molesto por sentir sus ojos sobre él.

-Eh... nada... perdona. -dijo Dream volviendo a dirigirse hacia la habitación de George.

Y con George siguiéndolo, Dream llegó a la habitación, abrió las sábanas y se desparrama de espaldas en la cama con gran desgano.

-¿No necesitas otro abr...?

-George, deja de preocuparte por mí, o por lo que acaba de pasar, o... cualquier cosa... ya son casi las 3 a.m., y tú necesitas dormir. -dijo el más alto con los ojos cerrados.

-Ok. -dijo el más pequeño avergonzado.

-Además -agregó este. -te pones de mal humor cuando no duermes decía esbozando una sonrisa. -y no pienso aguantarte así un lunes.

George mirándolo, soltó una pequeña risita de alivio. Pensaba "eso se sintió mejor". Se acostó en su cama, y antes de apagar su lámpara de noche, miro a Dream con los ojos abiertos mirando al techo por unos segundos.

-Buenas noches, Dream. -Dijo este, pero no recibió una respuesta. El ambiente volvió a tensarse ligeramente, por lo que decidió solamente apagar la luz y dormir.

-Buenas noches, George. -dijo Dream con una dulce y sincera sonrisa en el rostro. Dejando a George contento de nuevo, aunque aún así, un poco sonrojado.


Sin máscaras ni lentes.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora