Sin máscaras ni lentes.

Todo se vuelve color de rosa

Era una hermosa mañana la que aparecía ese miércoles. Los pájaros pasaban veloces por la ventana de la habitación de George haciendo sombras instantáneas que lograron despertar al rubio bien temprano.

Dream abrió los ojos sin mucho pesar, se habían dormido temprano luego de bañarse y cenar muy bien.

Aunque a decir verdad, fue como cenar dos veces.

Dream miró a quien estaba respirando relajado en su pecho. George tenía la cabeza enterrada allí mientras bajos ronquidos salían de su boca.

El rubio rió suavemente tratando de no despertar al que tenía abrazado. Con una de sus manos, apartó el cabello largo y oscuro, y dio un corto beso en la frente.

Era tan tierno durmiendo que ni parecía alguien que tiene 20 cambios de humor en un día.

Acariciaba su cara mientras fijaba su mirada en la ventana, pensando en todo y a la vez en nada. No estaba seguro de a quién le relajaba más.

-Mhm... ¿Dream? -dijo George somnoliento luego de varios minutos con Dream acariciando su rostro.

-Buenos días. -dijo el rubio mirando divertido abajo. El peli negro miró al más alto levantando su mentón y cerró de nuevo los ojos porque la luz los quemaba. Más seguía su cabeza en la misma posición.

Dream sonrió y le dio un pequeño pico sobre los labios. George abrió los ojos de nuevo.

-Hola. -dijo vagamente George haciendo reír a Dream. -¿Qué hora es? -dijo George soltando la cintura de Dream para darse la vuelta y tomar su teléfono.

El rubio se dio la vuelta después y lo apresó de nuevo con sus largos brazos haciendo una cucharita. -¿Qué hora es?

-Oh... cierto... -dijo George luego de distraerse con sus mensajes. -8:02 a.m.

-Vaya, hemos evolucionado. -dijo Dream pegando su cabeza al lomo del mayor.

-Síp, -George se dio de nuevo la vuelta hacia Dream quedando uno en frente de otro, abrazados de vuelta. -Pero, ¿a qué costo? -Dream le sonrió.

Se miraban por fin creyendo lo que tenían en frente.

-¿Cuáles son los planes para hoy?

-¿Los chicos no planearon nada?

-Hoy no... -decía George acomodándose en su lugar y volviendo a cerrar los ojos.

-Entonces tenemos el día para nosotros. -dijo Dream sonriente cerrándolos también.

-Al menos hasta esta noche. -corrigió George algo molesto.

-Mierda, ¿Por qué? -Los abrió de vuelta.

-Dije que haría un directo pidiendo disculpas por lo de la fiesta.

-George, si sabes que no es tu culpa, ¿Por qué quieres disculparte?

-Porque es lo más cercano a contentar a toda esa gente que ve todo sólo por encima. -Dijo George dirigiendo su mirada abajo.

-Oh, George... -dijo Dream apoyando su mentón sobre la cabeza del pequeño abrazándolo con dulces fuerzas. -sinceramente no creo que este mundo te merezca. -agregó el rubio y al pequeño se le empezó a hacer un nudo en la garganta.

Dream lo soltó un poco más para ver su rostro de nuevo.

-Gracias, Dream. -dijo George mirando hacia abajo para que el rubio no notase que una pequeña lágrima se escapaba de su ojo izquierdo. Este la secó y le sonrió.

-Sólo soy sincero, nadie merece a alguien tan guapo como tú. -dijo Dream logrando que una pequeña risa se escapara entre dientes de George.

-Dream tú... yo... ¿Te gusto? -Dream lo miró divertido.