¿3 parejas o 3 problemas?

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George entró a la cocina recién despierto con un pijama de patitos del merch de Quackity. Despeinado y con los dientes recién lavados. Tenía los labios rojos por el contacto del agua fría con ellos, y se frotaba un ojo del sueño.

El pequeño, está mañana pudo bajar más fácilmente las escaleras.

Al llegar a la puerta, encontró a Dream desayunando alegre en la cocina. Había preparado algo más elaborado que días anteriores.

Era obvio que estaría de buen humor. Y George, en cierto sentido, estaba orgulloso de ello.

-¡Buenos días! -canturreó este al notar la presencia de George en la cocina.

George sólo saludó meneando la mano sin decir nada. El rubio rió.

Dream, al subir la mirada se lo quedó viendo. La imagen del somnoliento George era demasiado abrazable.

-¿Dormiste bien anoche? -preguntó el rubio notando el cansancio de George.

-Sí. -dijo el pequeño yendo a sentarse junto a Dream en la mesa de la cocina.

-Ok, ahora quiero la verdad.

-¿No te parece obvio que no dormí bien? -respondió sarcástico.

-Sólo quería sacar tema de conversación. -replicó Dream con la cabeza baja.

George rodó los ojos y se dio cuenta de que no era Dream el culpable de su cansancio.

Por lo menos eso suponía.

-Sólo jugaba. -agregó dándole un codazo para romper el hielo. -¡¡Dios! ¡Esto está delicioso!! -dijo el pequeño al dar una pequeña probada a lo que preparó Dream.

-A veces siento que lo dices sólo para quedar bien.

-A tus ojos siempre voy a quedar bien, no tengo ninguna necesidad. -George se encogió en brazos y Dream rió rodando los ojos. -Además, soy malo mintiendo.

-Somos dos.

-Oye, me habías dicho que Sapnap te tenía que contar algo... ¿Qué era?

Un escalofrío potente se apoderó del cuerpo de Dream al recordar aquello.

Antes de irse a dormir, Dream abrió el chat de Sapnap que tenía 50 mensajes de seguido explicando todo.

Y eso que no había sido detallado.

Se notaba que estaba avergonzado por las palabras que usaba. Aún así, Dream hasta este momento no sabía qué sentir o pensar. La ironía de que dos ships del internet se volvieran técnicamente reales era insana.

-No... no era nada importante.

-Oh ya veo, no me quieres decir.

-No es eso... es en plan...

-No, así déjalo, lo entiendo.

Dream comenzó a reír mientras el otro se aguantaba.

-¿Estás molesto? -susurró Dream acercándose a su oído. A George se le erizó la piel.

-¡Es muy temprano para que empieces con eso! -exclamó el ruborizado británico empujando a Dream y ambos rieron.

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-¡¿Estás loco?!

-Tal vez... pero creo... que ya puedo confiar en él.

-Ranboo, admito que fui yo quien te empujó a verlo pero no creo que darle tu número sea buena idea.

-¡Chicos! Si algo malo pasa, cambiaré mi número y se acabó. Si de alguna forma consiguiera el número de todo el resto pues... ahm...

-Exacto. -dijo Tommy de brazos cruzados.

-¡Ok! Le voy a seguir en instagram.

-La gente puede ver eso. -Atacó Tommy.

-¿Telegram?

-No creo que use telegram. -atacó esta vez Tubbo.

Ranboo miró a Tubbo encongiéndose en brazos como si pidiera una explicación a lo que acababa de decir.

-Sólo ve unos días más a donde él te cite, o donde tú lo cites y veremos cómo va a todo, si es paciente y puede esperarte por un buen tiempo, le das tu número. -dijo responsable Tubbo.

-¿De cuánto tiempo estamos hablando? -dijo Ranboo enarcando una ceja.

-Mínimo un mes, sé paciente tú también.

Ranboo rodó los ojos y se tiró para atrás acostándose en su cama. Ranboo y Tommy se miraron cómplices entre sí.

-¿Qué? -preguntó Ranboo notando sus miradas.

-Que estás enamorado, mi querido amigo. -dijo Tubbo.

-Sí, qué asco. -dijo esta vez Tommy y Tubbo lo regañó con la mirada.

Ranboo se tapó la cara con ambas manos y el dúo que estaba a su lado rió.

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Si bien Nick es alguien que tiene que controlar sus reacciones violentas y su rara forma de apartarme sin querer parecer homofóbico, lo quiero demasiado.

Siempre he querido que me dejara tocarlo, pero su miedo al tacto con personas en general parecía ser la única y la más grande barrera.

Es algo que corroboré aquella tarde que lo besé por primera vez. Se hizo sumiso. Se volvió loco.

Comenzó a gritar cuando solté su boca, y a maldecirme en muchas formas.

Era de lo más divertido para mí aunque para otros hubiera sido doloroso, yo estoy acostumbrado.

Luego de no hablarlo y simplemente normalizarlo con el tiempo, él se iba descongelado de a poco.

¿Quién era dominante? Quien pudiera controlar sus sentimientos y los del otro. Y a decir verdad, ambos estábamos igual.

Nick, por el hecho de ser alguien tan inmaduro y tímido, podía conmigo. De verdad me podía.

Creo que le gusto mucho, y sé que él me gusta a mí. Pero lo complicado que sería tener algo a escondidas quitaba las ilusiones de mi cabeza.

¿Por qué es tan difícil querer a alguien? Qué sociedad de mierda.

Sin máscaras ni lentes.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora