InuYasha A Través Del Tiempo

Capítulo 68: Miedo

~Inuyasha

Kagome salió corriendo apenas pusimos un pie en el pasado dejándome perplejo, fui caminando en mi sorpresa hasta la casa de la anciana Kaede. Cuando entro me doy cuenta que las dos jóvenes doncellas se han ido.

Shippo: ¡¿Qué le hiciste a Kagome?! —grita el mocoso indignado.

De seguro piensa que es mi culpa.

Inuyasha: ¡Nada! ¡Se puso rara hace un rato!

Por primera vez, realmente no tenía nada que ver conmigo.

Kaede: cuando llegó, tomó a Sango de la mano y la llevó al lugar detrás del templo.

Miroku: de seguro tendrán una charla de chicas.

Shippo: lo que harán será hablar de lo indeciso que es Inuyasha y cómo anda jugando con dos gemelas al mismo tiempo.

Lo golpeo con mi puño y se pone a llorar, niñita, eso le pasa por abrir la bocota.

Inuyasha: ¡Voy con ellas!

Necesito saber qué le pasa a la que puede ver los fragmentos.

Kaede: no, déjalas solas —toma un sorbo de té— de todas formas, dada tu naturaleza sobrenatural no puedes entrar a ese campo.

Estúpida anciana, tiene razón.

Miroku: Inuyasha ¿Realmente no tienes idea de lo que le ocurre a la señorita Kagome?

Niego con la cabeza, esta vez sí que digo la verdad.

Shippo: deberías averiguarlo.

Sin más, salgo corriendo en dirección al pozo otra vez.

Sé exactamente dónde y con quién conseguir aquellas respuestas.

~Hakuryu

No tengo ni idea cuánto tiempo estuve mirando el techo perdido en lo que había ocurrido con la miko. Mi cara estaba tan caliente que casi era una fiebre en mis mejillas. Mi corazón latía tan rápido que la máquina que monitorea mi velocidad cardiaca parecía como si cantara un rap.

¡Demonios! ¿Qué debería hacer? ¿Hablar con ella? ¿Fingir que nada ocurrió? ¿Qué hago cuando estemos con el grupo? ¿Se enterarán? ¡¿Qué dirá Inuyasha?! ¡¿Le romperá el corazón?! ¡No quiero pensar en eso! ¡¿Y si lo quiere hacer de nuevo?! ¡No sé qué hacer! ¡No entiendo nada!

Inuyasha: oye.

Doy un grito de terror que fue interrumpido por su mano cubriendo mi boca ¡¿Por qué tiene que aparecer justo ahora?! Me suelta enojado.

Inuyasha: ¡No grites, tarado!

Hakuryu: ¡No hagas eso! ¡Me asustaste!

¿En qué momento entró? Observo la ventana abierta e infiero lo obvio. Las enfermeras no lo hubieran dejado pasar por la puerta.

Inuyasha: solo estaba siendo sigiloso para que no me descubran. Vine saltando por los techos para que nadie me vea.

Está vestido como siempre, ni siquiera tiene puesto el gorro para cubrir sus orejas.

Hakuryu: no deberías estar aquí.

Inuyasha: no me importa.

Estaba más denso de lo normal, parecía que algo le estaba molestando y no quería imaginar qué era.

Inuyasha: ¿Qué pasó con Kagome?

Esa pregunta directa al grano como la que yo le hice hace un rato, esas 4 palabras recorrieron mi cuerpo como un escalofrío.