InuYasha A Través Del Tiempo

Capítulo 1: Otro Mundo

~Hakuryu

Mi nombre es Hakuryu Higurashi. Tengo 16 años. Estoy en secundaria, no soy tan buen estudiante, pero logro salirme con la mía a la hora de hacer exámenes. Vivo en un templo junto con mi madre Naomi, mi pequeño hermano llamado Sota, mi abuelo un monje sintoísta y un gato llamado Buyo.

Ocasionalmente nos visita mi padre, Toka Higurashi, ya que se separó de mi mamá cuando yo era niño, es dueño de una millonaria compañía de tecnología en Japón. Antes él tenía otra familia —papá es una de esas personas anti-compromiso— ahí tengo un medio hermano llamado Rukawa, de 22 años estudiante universitario, heredero de la gran empresa. Podríamos decir que somos algo distantes, él me desprecia por ser producto del engaño de su padre y yo lo detesto porque es insoportable, aun así nuestra relación no es tan mala. Solemos pelear por idioteces, pero igual existe un cariño bajo todo el odio. Bien oculto, cabe decir.

Tengo a mis amigos de la escuela, Akane Tendo y Ranma Saotome. Siendo honestos, no sé cuál de los dos molesta más. Están comprometidos desde que los conozco pero nunca antes había visto una pareja que pelee tanto como ellos lo hacen, igual se gustan un montón pero son tan orgullosos que jamás se confesaran al otro. Ojalá las cosas algún día cambien.

Entré en el cuarto donde mi abuelo guarda las reliquias del templo cargando un gran jarrón polvoriento, la mañana era adornada por un brillante sol. Lo observé leyendo unos antiguos papiros. Siempre he pensado que todo esto es chatarra, mas prefiero mantener ese pensamiento para mí.

Hakuryu: abuelo ¿Dónde dejo el jarrón? —esto esta pesado.

Abuelo: justo aquí —me señala un pequeño hueco a su lado.

Hakuryu: —lo hago tal y cual como él me dice— ¿Qué lees?

Abuelo: este papiro habla de la Perla de Shikon.

¿Qué diablos es eso?

Abuelo: —con solo ver mi rostro comprendió la pregunta que tenía en mi mente— una joya muy poderosa que apareció en la era feudal, la llaman la esfera de las cuatro almas; Valor, Sabiduría, Amistad y Amor. Hombres y Demonios luchaban por poseerla y hacer sus sueños realidad.

Hakuryu: ¿Y qué pasó con ella?

Abuelo: aquí está —saca una pequeña caja, dentro había una perla pegada a un llavero, de color rojo, algo me dice que no es la verdadera— tenemos el deber de cuidarla.

Hakuryu: eso es un llavero.

Abuelo: ¡Es real!

Falsa, como la mitad de las cosas que hay en este lugar. Observé la hora de mi teléfono, iba tarde a la escuela.

Hakuryu: ¡Nos vemos abuelo!

Tomé mi mochila, fui en dirección a mi bicicleta. Pasé por el gran árbol sagrado, se dice que es milenario, la verdad no lo sé, no le presté mucha atención a esa historia. Me subí en la bici pero mi hermano entrando al pozo hizo que me detuviera en seco.

Hakuryu: ¡Sota! ¡Sal de ahí!

Sota: ¡Buyo se metió ahí adentro y no quiere salir!

Hakuryu: ¡Esta bien! ¡Yo iré! —volví a bajar de mi transporte.

Hoy llegaré tarde a la escuela, otra vez. La verdad sería muy extraño si fuese puntual.

Me dirigí hacia aquel oscuro sitio, vi al gato paseando a un lado del pozo.

Hakuryu: ¿Cuántas veces debo decirte que no puedes jugar aquí Buyo? —lo tomé en brazos— para la próxima no dejes que entre, Sota.

Sota: está bien, hermano —sonrió apenado, pero de un instante a otro su rostro se convirtió en uno de espanto, algo había detrás de mí— ¡He..Hermano! ¡Cuidado!