Capítulo 14: Opuestos

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Estaba asustado ¿Por qué tenía que ocurrir esto justo ahora cuando Inuyasha perdió sus poderes? Temo por la seguridad de ambas personas que fueron secuestradas, nada de esto tiene sentido.

Hakuryu: ¡¿Y a dónde vamos?!

Inuyasha: ¡Ya te dije que no lo sé! ¡Algo se te debe ocurrir!

Hakuryu: ¡¿A mí?! ¡Yo no tengo ni idea de qué hacer, ni a dónde ir! ¡Ni siquiera soy de esta época!

Nos quedamos algunos minutos en silencio, pelear no serviría de nada. Estaba preocupando, no existía forma de estar tranquilo, algo que aprendí en este último tiempo es que las personas con poderes espirituales son el alimento preferido para los yukai para volverse más fuertes. No quiero ni imaginar lo que ese monstruo es capaz de hacerle a la bella sacerdotisa.

Inuyasha: ¡Mira eso! —apuntó al suelo.

Miro el piso y observo unas bellotas con ojos que gritaban, iban marcando un camino hacia una dirección en específico. Solo hay una personita que utiliza esa clase de técnicas.

Hakuryu: ¡Es Shippo! Gracias al cielo por los poderes de ese niño.

Inuyasha: hay que seguirlos.

No hubo tiempo de recoger las cosas, solo las dejamos ahí esperando que nadie las robe. Corrí tras el chico de ahora larga cabellera azabache. Mis ojos aún no se acostumbraban a verlo de esa forma. Era como verme a mí con peluca o extensiones.

Luego de un buen rato de recorrido a lo lejos vemos una villa, nos acercamos y los aldeanos corrían de un lado a otro mientras había un monje sentado en un tronco visiblemente cansando.

Inuyasha: algo pasa aquí.

Hakuryu: las bellotas indican hacia allá arriba —apunto a lo que parecía ser el templo del lugar— hay que investigar.

Nos acercamos al anciano monje quien nos mira confundido, es de esperar ¿Qué persona normal se quedaría ante el obvio peligro? De su frente caían gotas de sudor y respiraba agitado.

Hakuryu: ¿Qué es lo que está ocurriendo aquí, excelencia?

Monje: un demonio araña ha tomado el templo como guarida.

Inuyasha: ¿Araña?

Intercambiamos miradas con Inuyasha, eso era justo lo que andábamos buscando.

Monje: sí, apareció hace una media hora, colocó veneno contaminando el aire me obligo a salir del templo y una vez afuera con una de sus patas me lanzó escalera abajo.

Hakuryu: ¿Está usted herido? —preocupado.

Monje: no, por suerte caí en ese cumulo de paja de ahí —apunta a una gran pila de heno al final de las escaleras.

Que conveniente.

Hakuryu: me alegro —aliviado.

Monje: ¿Y a ustedes qué les ha traído por aquí?

Inuyasha: tenemos la sospecha que la misma araña de allá arriba fue la que secuestró a la sacerdotisa y a un niño zorro con los que estamos viajando.

Lo miré sorprendido, se abrió muy fácil ante la persona frente nuestro, que extraño, suele ser bastante desconfiado, de seguro que su transformación tiene que ver en eso.

Monje: así que quieren a combatir al monstruo. Es muy poderoso. Intenté subir muchas veces pero tiene un campo hecho de telarañas que le resguarda.

La situación era difícil ¿Cómo entrar a ese lugar? Si contáramos con las garras del hanyu sería más fácil. Somos muy dependientes de sus poderes.

InuYasha A Través Del TiempoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora