Capítulo 33: Encanto

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Pasó algo así como una hora antes de que llegaran los demás, salimos de la cabaña a recibirlos. La gata aterriza en tierra y el resto baja de ella, todos se detienen con cara de espanto al encontrarse con mi hermano.

Miroku: ¡¿Se..Sesshomaru?!

Se ponen en posición de ataque, me interpongo entre ellos y el joven antes que lo lastimen o cualquier cosa.

Hakuryu: ¡Tranquilos! Él es mi hermano mayor, Rukawa, el de los Bee Gees ¿Recuerdan?

Rukawa: ¿Les hablaste de los reyes de los 70's?

Hakuryu: estabas usando mi cuenta de Spotify, de ahí los escucharon.

Rukawa: no me di ni cuenta.

Hakuryu: lo supuse —me encojo de hombros— eres un distraído.

Todos se calman al notar como hablamos, aunque lo siguen observando con asombro. El parecido es demasiado grande, es normal confundirse.

Shippo: —corre hasta sus pies— ¡Es igualito a Sesshomaru! ¡Incluso huele a él!

Es el segundo en notar aquello.

Rukawa: que lindo es —lo toma— hola ¿Tu eres Shippo el poderoso zorrito del que me hablaron?

Shippo: ¡Sí! ¡Soy muy fuerte! —sonríe orgulloso— ¡Así que ten cuidado!

Rukawa: sí que lo tendré —sonriéndole— ¡Me debieron haber advertido que era tan tierno! —lo abraza— es muy bonito.

No me sorprendió en lo absoluto su reacción, le encantan los niños, su sueño frustrado fue ser profesor. Me siento un poco culpable por ello, rechacé todo contacto con la empresa de papá y él quedó como su sucesor, espero que en un futuro Sota herede una parte de la compañía para quitarle tanta responsabilidad de sus hombros.

Quiero forjar mi propio destino.

Sango: bueno, está claro que ese no es Sesshomaru.

Definitivamente el parecido al Lord llega hasta cuando mi hermano abre la boca, todos saben que no se trata del demonio cuando lo ven riendo y siendo como él es.

Al escuchar la femenina voz, el que viajó al pasado conmigo baja al zorrito y en un instante está junto a la exterminadora.

Rukawa: y tú debes ser Sango, una mujer tan letal como hermosa.

Sango: —se pone el pelo detrás de la oreja nerviosa— s..sí, soy yo.

Rukawa: un placer conocerte, preciosa —le besa la mano— cuanta belleza me encontré en esta época, Kagome y Sango son demasiado para mis ojos. Estoy enamorado.

Ambas ríen y susurran entre ellas con los ojos brillantes. Maldito encantador.

Miroku: estoy impresionado —dice con cara de sorpresa.

Rukawa: las mujeres caen rendidas por mí, es un don.

Es un engreído, lo dice como si no fuera la gran cosa.

Inuyasha: —molesto— ya tenemos suficiente con un mujeriego en el grupo.

Seguro que está enojado por el hecho de que la sacerdotisa cae en los brazos del universitario. A diferencia del monje, a mi hermano nadie se le resiste, ni siquiera la azabache, por ello el hanyu debe estar muriendo de celos. No voy a ocultar que yo también.

El universitario va hacia la pantera y la abraza feliz. Parece un niño en el parque de diversiones.

Rukawa: que belleza, siempre quise abrazar a un felino tan grande, es como un león.

InuYasha A Través Del TiempoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora