Capítulo 35: Bondad

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El hanyu me baja a tierra, estaba tan feliz de volver a verlo, tenía mucho miedo desde que nos secuestraron. Fue reconfortante estar de nuevo en sus brazos, sin embargo, debía ignorar esos sentimientos para volver mi concentración a la batalla que ahora era la prioridad. Con la mirada busco al líder de la tribu, por suerte estaba parado en una roca mirándome, a salvo. El horrible monstruo se mantenía volando en lo alto rodeado de los otros yukais más pequeños en busca del mejor momento para atacar.

Inuyasha: ¿Estás bien?

Kagome: sí, gracias.

Él me sonríe un poco, esa cara que solo me pone a mí. Me derrito.

¡Concéntrate, Kagome! ¡No lo mires a los ojos!

Nos separamos y voy corriendo junto al resto del grupo, la reencarnación de Sesshomaru ya estaba con ellos. Me reciben felices, el kitsune me abraza al igual que la castaña. El monje quiere hacer lo mismo pero con malas intenciones, no lo dejo ni acercarse a mí. Mientras que los hermanos estaban teniendo un momento algo escandaloso.

Hakuryu: ¡Eres un imbécil! ¡Pudiste morir! —lo tiene agarrado del cuello de su vestimenta mientras lo sacude— ¡Vuelves a hacer algo así voy a matarte yo mismo! ¡¿No ves que eres un humano?! ¡Este mundo no es lugar para hacer locuras!

Nunca lo había visto tan furioso, continuó gritándole durante un buen rato.

Rukawa: ten piedad —se veía algo mareado.

Me dio mucha ternura, a pesar de la violencia, estaba preocupado. Es como un padre recriminando a su hijo por haberse fugado. Adorable.

Mi amigo me mira, suelta a su hermano mayor y corre a abrazarme feliz, como si el enojo de hace algunos segundos nunca hubiera existido, le correspondo alegre. Siempre es tan lindo conmigo.

Hakuryu: ¿No les hizo nada?

Me separo y le sonrió para darle seguridad.

Kagome: descuida, estamos bien, Koga ha sido muy amable.

Él frunce un poco el ceño, iba a decir algo, pero el vestido de rojo no lo deja.

Inuyasha: ¡¿Koga?! ¡¿Amable?!

¿Por qué tiene que gritar tanto?

Rukawa: con ella sobre todo, hasta le ordenó ser su chica.

Miro hacia el lado algo avergonzada, nunca me había enfrentado a una situación de tales características. Rechacé a varios hombres en el pasado, pero ninguno ha sido como el de ojos turquesa. No me dio ni oportunidad para decirle que no. Pareciera que nunca se rinde.

Lo único que no quiero es que cumpla su amenaza y dañe al dueño de mis pensamientos.

Miroku: ya oímos algo de eso.

Shippo: un lobo te llamó “Señora”.

Kagome: ¿Se..señora? —perpleja.

Sango: ¡¿Se casaron?!

Kagome: ¡Claro que no!

El rumor se estaba saliendo de control. Solo era un chico interesado en mí y muy testarudo, las cosas escalan rápido de nivel.

Hakuryu: hay que destrozarlo.

Su semblante era serio, con esa expresión fue ver al mitad bestia frente a mí. Era extraño que estuviera de esa manera, en su rostro siempre había un brillo especial que ahora parecía apagarse.

Kagome: no es una mala persona, no es necesario destruirlo, solo quiere acabar con esa ave para que su tribu esté a salvo. Nos trató muy bien y de verdad se preocupa por mí.

InuYasha A Través Del TiempoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora