InuYasha A Través Del Tiempo

Capítulo 57: Celos

~Hakuryu

Transcurrió el día de manera lenta. Sonidos de metal inundaron la tarde hasta la noche. Inuyasha estuvo afuera vigilando todas esas horas —no se sentía seguro desde el último combate con Sesshomaru en este lugar— yo me la pasé hablando con el señor Totosai de cosas triviales mientras trabajaba. Era muy agradable. La vaca con tres ojos fue a acompañar a mi amigo en la entrada.

En la cena preparé ramen para los tres, el viejo herrero quedó fascinado con la sopa instantánea y los artefactos que utilicé para cocinar. Fue a dormir junto a su vaca apenas terminó con una sonrisa en la cara.

Me senté afuera del cráneo en busca de aire para refrescar mis pensamientos, lástima que salí a un sauna. El paisaje era de lo más extraño, era una zona tan árida que el piso brillaba como si debajo hubiera lava, el calor era infernal y el vapor se pegaba en la piel. Tuve que cambiarme de ropa a una camisa musculosa y los pantalones cortos que traje por si acaso.

Habían pasado demasiadas cosas en un solo día. El encuentro con Kikyo, la reapertura de las heridas del garras, mis celos, el ataque de Goshinki, la destrucción de Colmillo, la casi muerte y posterior transformación de Inuyasha junto con el asesinato del monstruo que leía la mente y al final, para mayor remate, la confesión de los sentimientos de mi rival.

Moría de cansancio, pero la alta temperatura del lugar no me dejaba dormir. A mi lado se sienta el hanyu, gotas de sudor caían por su cara desde la sien hasta la mandíbula. También se estaba sofocando.

Inuyasha: ¿No estás cansado? —preguntó extrañado.

Ya era tarde, a esta hora suelo estar durmiendo.

Hakuryu: estoy exhausto pero el calor no me deja dormir.

Inuyasha: los humanos son tan débiles.

Hakuryu: tú también tienes calor.

Inuyasha: ¡Me..mentira! —se excusa sintiéndose acorralado.

No sé por qué siempre se las quiere dar de superior cuando la mayoría de sus cualidades y reacciones son de humano. Habla de los mortales como si él no fuera la mitad de uno.

Es por su orgullo, me recordé.

Pasamos algunos minutos en silencio, podía escuchar los géiseres explotando a lo lejos. No existía ningún tema de conversación, ya lo habíamos hablado todo, o al menos, eso era lo que yo creía. Volteo a observarlo, sus orejas estaban abajo y su ceño fruncido ¿Por qué se pone serio de repente?

~Inuyasha

Me sentía tan culpable al estar junto a él ¿Le he fallado? No puedo controlar lo que me pasa con la miko, intento detenerlo, pero ahí sigue esa sonrisa de la azabache que ya extraño ver.

Ni siquiera ha pasado un día.

Inuyasha: ¿Estás enojado?

Hakuryu: ¿Sobre qué? —confundido.

Inuyasha: ¡No te hagas! ¡Me refiero a Kagome!

¿Por qué vuelvo a poner el tema sobre la mesa? ¿Le tengo miedo a su odio?

Hakuryu: ¿Por qué me molestarían tus sentimientos? —cuestiona confundido.

¡¿Por qué lo pregunta como si fuera raro?! ¡Sentir celos es irritante! ¡Tener un rival es demasiado molesto! ¡Y yo tengo como 4! ¡¿Por qué Kagome tiene que atraer a tanto hombre?! Cuánto desearía deshacerme de todos.

Bueno, tal vez de Haku no.

Inuyasha: porque..porque... —era incapaz de contestar.

Mi orgullo no me permitía hablar más allá.