Capítulo 63: Compras

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El de las garras venenosas nos agarra a los dos para guiarnos al lugar ese llamado “mall”. A la azabache de la mano y a mí me tira del pelo.

Inuyasha: ¡Suéltame!

Rukawa: no.

Por más que intenté zafarme de su agarre no pude.

Estúpido de dedos fuertes.

Llegamos a las afueras de un castillo colorido, gigantescas luces, muchas pinturas enormes de mujeres, hombres y niños con distintos atuendos que nunca he visto, extraños zapatos y cosas del estilo. Mucha gente ingresa junto a nosotros. Dentro hay todo un mundo nuevo de largos pasillos blancos, muchas luces y coloridos mercados. Muchos pisos hacia arriba. Era impresionante.

Kagome: increíble ¿Puedes comprar todo lo que ofrecen dentro de los cristales? —mirando las “tiendas”.

Rukawa: si tienes el dinero, sí.

Kagome: supongo que solo veremos las cosas —dice algo desanimada.

Somos pobres, solo Miroku tiene dinero porque es embustero.

Rukawa: —se ríe— no si tienes una de estas —muestra un pedazo de papel duro color negro— se llama tarjeta de crédito y por si no sabían, a mí me sobra el dinero —se jacta.

Inuyasha: el dinero de tu padre, mejor dicho.

Rukawa: pronto será mi dinero cuando salga de la universidad y sea su sucesor.

Inuyasha: pero aún no lo eres.

Nos fulminamos con la mirada entre los dos.

Kagome: realmente eres un príncipe.

Rukawa: puedo ser tu príncipe, si me lo permite, princesa mía —le besa la mano.

Los separo.

Inuyasha: ¡Hay que conocer el mall! ¡Y comprar ropa!

¿Qué estoy diciendo? ¿Qué estoy haciendo?

Rukawa: —se ríe— ¡Andando!

Nos guía por los pasillos, mucha gente se detiene a saludarlo. Una mujer muy atractiva le grita de lejos.

??: ¡Hola, Rukawa! ¡Te extrañamos en el club!

Rukawa: ¡Algún día volveré, guapa! —le lanza un beso con la mano.

La chica continúa su camino riendo.

Kagome: eres muy popular.

Rukawa: conozco a demasiada gente por las fiestas a las que voy —explica.

Inuyasha: no me sorprende.

Con lo que habló su padre respecto a las fiestas y mujeres, se nota la vida de parranda que llevan ambos. Hakuryu es muy diferente a esos dos. Mi amigo es intachable.

Y por poco casi acabo con él. Casi le quito la vida con mis incontrolables poderes. Con solo pensar en él, vuelve el dolor que siento por lo que le hice. Esa espantosa marca de mis garras seguirá en su piel por siempre.

Llegamos a una “tienda” que vendía ropa, a diferencia de las demás, este puesto estaba muy vacío a pesar de ser gigantesco por dentro. Era un lugar muy elegante.

Kagome: casi no hay gente aquí.

Rukawa: es la tienda más cara y exclusiva de todo el centro comercial, la gente común no puede pagar los precios de aquí —explica— si voy a vestirlos, lo haré a lo grande.

Parece que el dinero si le sobra.

Aparece una chica que parece ser la vendedora del lugar.

Vendedora: ¿Qué se le ofrece, señor Higurashi?

InuYasha A Través Del TiempoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora