InuYasha A Través Del Tiempo

Capítulo 86: Mitad

~Hakuryu

Fuimos de vuelta a la villa frustrados por el escape de Naraku. Siempre huye en el momento preciso, se está volviendo una rutina bastante fastidiosa. Ese maldito es un cobarde que se vuelve cada día más fuerte, una rata difícil de erradicar que a medida que pasa el tiempo se aferra más a su indigna vida.

Cuando lleguemos, Inuyasha tendrá que enfrentarse a Kagome y sincerarse con ella, lo cual le será bastante complicado. Luego de aquel beso y la confesión de Onigumo no le queda más remedio que decir la verdad y sé que ello le aterra. No me gustaría ponerme en su lugar, está entre la espada y la pared. Mas debe hacerlo.

Voy a ayudarte con eso, Inu.

Llegamos a la casa de la anciana y le contamos todo lo ocurrido al grupo, se observan entre sí y se quejan cuando llegamos a la parte en la que el mugriento se escapa.

Miroku: lo único bueno es que Onigumo ya no causará más problemas, Naraku lo necesita dentro suyo, dudo mucho que vuelva a salir.

Sango: eso es algo positivo —dice acariciando a su gatita en su regazo.

Si bien, no está muerto, es como si lo estuviera.

Lejos de Kikyo.

Kagome: lo importante es que estás a salvo, Haku.

Su mano toma la mía y me sonríe con ternura, no quiero que el perro nos vea, pero no tengo como evitarlo. Me rio nervioso tratando de disimular la incomodidad que me da la mirada dorada sobre mí.

Shippo: sí, estábamos preocupados.

Hakuryu: Inu es el que corre más peligro en las batallas, yo puedo protegerme.

Si no fuera por las barreras habría muerto desde que Koga me atacó con el falso fragmento de la Perla en su brazo.

Inuyasha: yo no soy débil como tú.

Shippo: y a nadie le interesas.

Inuyasha: ¡¿Qué dijiste?! —con una vena marcada en la frente.

Los demás se ríen con la típica broma y puedo notar como mi amigo se aparta un poco, me molesté.

Hakuryu: a mí sí me interesa.

El niño baja la mirada avergonzado por mi tono severo y mirada seria, siento como la mano de la miko me suelta despacio y el resto guarda silencio. No podía soportar que le hicieran sentir peor, ya ha sufrido bastante en un solo día.

Kaede: el joven Hakuryu se ha encariñado mucho con Inuyasha.

No podía negarlo.

Hakuryu: sí, somos buenos amigos, a veces me desespera, pero no lo cambiaría.

Así como es, es perfecto.

Obviamente mis palabras terminaron de avergonzar al perro.

Inuyasha: ¡S..si..si..si vuelves a decir algo así te haré pedazos! —sale corriendo.

Tan tsundere.

Sango: siempre tan orgulloso.

Miroku: no hay dudas que él también es tu favorito.

Hakuryu: supongo.

Después de Kirara.

La chica que me gusta permanece callada y perdida en sus pensamientos con una expresión triste en el rostro, el ambiente entre ella y la persona que ama es demasiado hostil e incómodo. Eso tiene que cambiar.

Hakuryu: Kagome, deberías ir a mi casa a buscar tu ropa y dejar la que traes puesta a mi mamá, ella sabrá quitarle la mancha de sangre de la manga.

Kagome: sí, tienes razón.