Relatos de un don Nadie

Madrugadas

Otra de tantas, otro de tantos buscando algo que perdió noción de encontrarlo, como tratando de ver tu sombra en la oscuridad, siento algo en el pecho, se siente vacío, como un envase que trata de llenarse pero nada le alcanza, capaz sea por la espina que lleva, tal vez esa espina hace que se derrame cada vez que trato de llenarme, tal vez nací vacío y así muera, por ahí solo sea un juego de la mente que me hace buscar más hasta cuándo lo tengo todo, pero si no me siento realizado nunca ¿Cómo voy a disfrutar del cuento? Todos son intentos por sonreír, cada vez levantarse es más difícil, y no de las caídas, cuesta levantarse todos los días de la cama, sentirle el gusto a esta existencia que me aqueja, me aleja de lo que hago, me expulsa cuando toco un trago, se siente incompleto por eso vago todos los días como uno, por eso me miró al espejo y no me disfruto, es difícil sentirse uno mismo cuando cada mirada busca ver algo diferente en vos, en el en ella, en tu silencio o en tus palabras, cada cosa que decimos tiene peso pero jamás precio, cuídate de lo que expreso o capaz deba cuidarme yo para poder salir ileso. No paro de pensarte día tras día, no mencionarte me suena a hipocresía, no te hablo pero te extraño, me hace mucho daño pensar que me caí sin escalar estos peldaños, me tropecé sin mirar, jugando a soñar, tratando de sostener lo que me gustaba escuchar, me encantaba tu voz, me encantas vos, me encantaba sentirme bien a pesar de la insuficiencia, porque con vos y una birra estaba feliz. Aveces trato de despertar de esto, mirarme en uno de mis textos pero no me encuentro, debo estar tan adentro que me olvide como me veo, algún día voy a encontrarme y eso me llena cuando el vacío me recorre la sangre a la par de que la envenena, voy a esperarte aunque no vuelvas, voy a extrañarte aunque no quieras, ojalá que el viento nos cruce otra vez, abrazarte para no soltarte, si hay una próxima te juro que voy a cuidarte.