Incauto

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Tiempo absurdo de ojos necios, me diste tanto para hablar y nadie para hablarlo, con gritos en la mirada deseaba un alma oyente, vestido de añoranza, cautivo de un anhelo, tocaste la puerta de mi vida en silencio, acepto, la palabra mas inefable dicha por mis dedos, cambiaste mi nada y me diste un comienzo, un mundo, me hiciste esperar tanto con gritos en la garganta, al verte sólo quise entre susurros decirte que te amo.

Relatos de un don NadieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora