Relatos de un don Nadie

Balas y abrazos

Balas y abrazos, facultades dadoras, ¿Dadoras de que? ¿Muerte y vida? O ¿Vida y muerte? Es la forma más vetusta y arcaica de demostrar, demostrar que se puede mutar, así como de vivo a muerto, o así como de muerto a vivo, sustrayendo imposibilidades, categorizando el ser, del ser uno a ser otro, erosionando hasta la mínima molecula, devastando una presencia. Sin catástrofe no hay después, el después contrapone un cambio, el cambio es una bala sellando ese abrazo, ese abrazo mortal que al ser mortales inmortalizan la mortandad. Muerte, virginidad cortada por un abrazo, segando a Caronte para huir del Tártaro, convergiendo polaridades inadmisibles, la bala como Serbero consolidandose al deceso, abrazo corrupto, carcomiendo el limbo, para exiliar la pobredumbre con un gesto frívolo, descoloca los esquemas, comparando a ambos abrazos como balas, facultando sonrisas.