Relatos de un don Nadie

Te amo

Es instarle al tiempo permutar un infinito,
Es una catástrofe entre silencios y gritos,
Sazonando el hueco más inmenso,
Palpitando cada apice del lienzo,
Centésimas eternas,
Maldito Cronos, bendita estela
Recuerdo extraño vislumbrando aquella herida,
Pareciese que tenernos fuese una herejía,
Más lo imposible no se encuentra en mis parajes,
Somos reyes que devustan su brebaje,
Ese mismo que exonera mi pavor y me recuerda entre sonrisas aquel amor,
Ese vidrio translúcido enmarañando mi mirada,
Ella es perfecta entre gasas de armaduras,
Esperando que yo fuese aquella cura,
Pero ni la distancia me permitiría mentirte,
Soy esa enfermedad corrupta que solo logra transgredirte,
Me detesto y me repudió,
Nací hombre y el hombre solo calla entre disturbios.

Perdón por el ardiente frío.