Ya no sé qué decir pero sigo hablando, es como caminar sin rumbo en una avenida de palabras, el pecho parece estar vacío a pesar de los intentos, es esa sensación de que algo falta teniéndolo todo, o almenos ese todo importante, no el material sino el abstracto, como la paz de una mirada, o la comodidad del silencio; es algo constante, pasa todo el tiempo aunque no dura todo el tiempo, es por lapsos cortos e irregulares, va, viene, se va nuevamente y así sin detenerse, ¿Cómo es el vacío? Esa pregunta me genera mucha ansiedad, no se puede explicar la nada porque no es nada y a la vez lo es, como la vista de un ciego que ni siquiera ve a oscuras, simplemente no ve. Todos los días trato seguir para encontrar un rumbo o algún color que me guste en esta paleta, pero los que están cargados no son los que quiere pintar mi pincel, así que simplemente coloreo lo que puedo, quizá soy un daltónico, por eso tal vez no pueda apreciar la verdad de los cromas y por eso vivo buscando algo que tengo enfrente pero no puedo ver. Esas dudas hacen que no pueda dormir por las noches, ya perdí la cuenta de los meses que llevo despertándome a la madrugada porque mi mente colapsa repetidamente, hasta en los sueños escucho las voces que no sé de dónde vienen, solo rellenan algún contexto descontextualizado de ruidos que no aportan ningún sentido, únicamente agregan más caos a la representación de lo que tengo en la cabeza, dudo repetidamente de la realidad o lo que está sucediendo, a veces pareciera que este plano no es el real, quisiera vivir en mis sueños, para poder estar en mi mente sin necesidad de controlar mis acciones, sin tener el peso de mi destino en las manos o espalda. Me harté de usar parafraseos para adornar lo que pienso, tal vez decirlo no sea muy distinto a escribirlo en partes que puedan apreciarse en este pedazo de un libro que empecé sin querer hacerlo y ahora tan solo le faltan dos partes para terminarse, ¿Realmente va a terminar? No sé si alguna vez empezó, o no tengo noción de cuando se volvió un libro, solamente acople desvaríos en textos, los unifique buscando un parecido a lo que pueda simular la realidad en la que vivimos sabiendo que nunca le preste la atención que se merece, ya no hay tiempo, no hay palabras que pueda usar, el final está escrito así que lo que quiero decir ya tiene un adiós que no voy a poder decir pero si leer cuando relea estás cosas, espero que sea escuchando tu respiración a mi lado, o sintiendo tu calor, espero que sea en paz y sin temor porque la noche es mejor cuando tiene sonidos que son claros no oscuros u opacos como estos relatos. Otra vez me olvidé del punto al que iba.
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Relatos de un don Nadie
RandomCompilación de textos reflexivos, anecdoticos y fantásticos