Porosidad

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Frecuencias fugaces transitan su estrada incongruente, repleta de subjetividad entre casillas que incorporan corporeamente un estrato rectilíneo enramado a la par de la conciencia, exultada y soberbia, adyacentemente baila un vals con la dama de la guadaña, rosando sus labios al compás deteriorado del tiempo uniformado con harapos de Borges como frases inmortalizadas sobre si misma. La tranquilidad enviudo de su cónyuge armónico y precario de sonidos, pues esa es la vida del oyente que desconoce y busca anular dicha acción con el tajante conocimiento, saber es un arte doliente, es en si mismo un reflejo de Edipo marginado por su madre pero preso de su final.

Solo conociendo la complejidad se valora la simpleza.

Relatos de un don NadieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora