Relatos de un don Nadie

Las voces

Entre tantos ruidos no oigo las voces, el suelo parece una cama cuando no podes levantarte de la silla, si los ojos pesan cuesta más mirar con atención lo que sea que me mantenga despierto, algunos colores titilan, otros parecen moverse en frente de mis ojos pero no veo ninguna forma concreta. No importa el frío que tengas porque el hielo del whisky va calentar tu garganta, para poder susurrar, para poder nombrarte una vez más como todas las veces que siento la falta que me haces, me gustaría hablar de esto con alguien, me gustaría ser alguien, me gustaría que algo me gustará, las cosas se sienten livianas, como si no tuvieran ningún peso en esta vida, quiero despejarme de mi mente sin quedar inconsciente, quiero algo, lo que sea pero que se sienta real, porque nada parece estar acá ni en ningún otro lado, todo va y viene sin irse ni volver, todo se transforma, cambia o muta, nada se mantiene siendo lo mismo, tal vez eso sea lo que me molesta tanto.